El presidente chino Xi Jinping con el presidente francés Emmanuel Macron en un restaurante en el paso del Tourmalet, en los Pirineos, como parte de su visita de estado de dos días a Francia, en mayo. (Foto de Aurelien Morissard / PISCINA / AFP)
El presidente chino Xi Jinping con el presidente francés Emmanuel Macron en un restaurante en el paso del Tourmalet, en los Pirineos, como parte de su visita de estado de dos días a Francia, en mayo. (Foto de Aurelien Morissard / PISCINA / AFP)
/ AURELIEN MORISSARD
Agencia AFP

El presidente francés, , y su par chino,, cambiaron este martes las molduras doradas del por las montañas del sur de a la búsqueda de un diálogo más directo sobre y los diferendos comerciales.

Espero que sigan inspirándonos” las “montañas francesas”, dijo el lunes Macron al acoger a su par chino en París, al inicio de su primera gira europea desde 2019, que le llevará también a Serbia Hungría.

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Los respectivos aviones de los líderes de estas potencias económicas y nucleares llegaron a Tarbes a finales de la mañana, constataron periodistas de la AFP.

Ambos dirigentes se dirigen al Col du Tourmalet, mítica ascensión del Tour de Francia en los Pirineos, donde el tiempo sigue siendo invernal pese a que la temporada de esquí ya terminó.

Alrededor de un centenar de personas acudieron a mostrar su apoyo al líder chino y decenas de banderas rojas con cinco estrellas amarillas jalonaban la carretera, a la altura de Sainte Marie de Campan.

Es realmente extraño ver esto aquí”, asegura Jean-Michel Garem, un jubilado de este pueblo.

Macron espera “discusiones fructíferas y amistosas” en este escenario, que contrasta con la bienvenida con gran pompa y con un fastuoso banquete la víspera en París, donde no escondieron sus diferencias sobre el comercio.

El francés pidió “un marco de competencia leal” entre China y la Unión Europea, y la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presente en una de las conversaciones, advirtió que tomarían “decisiones firmes” para “proteger” la economía europea.

Von der Leyen denunció por ejemplo la llegada a la UE de autos eléctricos chinos masivamente subvencionados.

El denominado ‘problema de sobrecapacidad de China’ no existe ni desde la perspectiva de la ventaja comparativa ni a la luz de la demanda mundial”, respondió el dirigente comunista.

En cuanto a Ucrania, Xi se mostró más conciliador, al reafirmar su voluntad de trabajar por una solución política. Además, apoyó una “tregua olímpica” de todos los conflictos durante los Juegos previstos en julio y agosto en París.

Según una fuente diplomática francesa, esta tregua podría servir, en el caso de Ucraniapara lanzar un proceso más político tras más de dos años de conflicto, iniciado con la invasión de rusa del país vecino en febrero de 2022.

París quiere que Beijing, principal aliado de Rusia, presione a Moscú para contribuir a poner fin a la guerra, pero se dice consciente de las pocas posibilidades de un rápido resultado. Xi debe recibir próximamente a su par ruso, Vladimir Putin.

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“Seducción”

La etapa pirenaica podría, según la delegación francesa, favorecer una “discusión franca y amistosa” sobre estos asuntos delicados. El objetivo es romper el imponente protocolo que acompaña al dirigente del gigante asiático.

El Col du Tourmalet está “vinculado directamente a la historia muy personal” de Macron, explica su entorno. El mandatario, que celebra este martes el 7º aniversario de su primera elección, pasó muchas vacaciones en casa de sus abuelos en esta zona.

Los dos dirigentes, acompañados de sus esposas, almorzarán en el restaurante de Éric Abadie, un ganadero amigo del presidente.

El dirigente liberal busca corresponder a Xi, quien le organizó una ceremonia del té en 2023 en Cantón en la residencia oficial donde su padre vivió cuando era gobernador provincial.

“La diplomacia de Emmanuel Macron siempre ha apostado, quizás de manera excesiva, por el poder de seducción”, analiza Bertrand Badie, especialista en Relaciones Internacionales en la universidad Sciences Po.

Macron “siempre ha tenido la idea de que sus relaciones personales podían derribar las estructuras”, explica Badie. El marco intimista del Tourmalet se inscribiría en este objetivo.

“Pero esto significa no conocer bien a Xi Jinping, que no es un gran sentimental”, advierte.

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