En una residencia geriátrica de Lima, se encontraba la señora Marta disfrutando de un día normal dentro de su rutina. Esa mañana, Manuel Escobar, terapista ocupacional, se acercó a ella para conocer sus habilidades y descubrió que fue profesora de canto en su juventud. Gracias a la terapia ocupacional, Marta recuperó su antigua pasión.
Desde ese momento, Escobar inicio una serie de ensayos con Marta, que le permitieron compartir sus conocimientos con sus compañeros del centro geriátrico. Luego de dos años, Marta se encontraba mucho más feliz: tenía una motivación para vivir.
Lamentablemente, llegó un momento en el que por la edad Marta ya no se pudo sostener más y estuvo varios meses postrada en cama. Manuel optó por cantar, acompañado de una guitarra, todas las canciones que habían ensayado durante años. Marta rápidamente reaccionó y respondió al ritmo de la música. Fue algo que Manuel no había visto antes.
Este es solo uno de los casos que trató el especialista en terapia ocupacional y docente de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UPC, Manuel Escobar. El caso de Marta fue sumamente significativo para su carrera como personal de salud.
¿Qué es la terapia ocupacional?
En el marco del Día Mundial de la Terapia Ocupacional, Manuel Escobar conversó con Bienestar de El Comercio y nos explicó en qué consiste esta disciplina que puede darle un giro a la vida de miles de personas.
“La terapia ocupacional busca evaluar a las personas que tienen algún tipo de restricción en su vida diaria con la finalidad de que puedan realizar sus actividades con la mayor normalidad posible. Cuando hablamos de restricciones, nos referimos a alguna discapacidad física, mental o cognitiva”, asegura Escobar.
Además, en este tipo de terapia se presentan objetivos claros para cada paciente. Por ejemplo, si un paciente tiene artritis en las manos, se busca reducir el dolor mediante ejercicios específicos para que mejore la funcionalidad de su mano y así pueda volver a comer o escribir.
Además de acompañar al paciente de manera constante, los terapeutas ocupacionales están capacitados para hacer férulas y prótesis. Por ejemplo, si es que un paciente no puede comer, se realiza un adaptador de cuchara para que así le sea más fácil esta actividad básica.
“También está la labor del terapista ocupacional de prevención. Analizamos la actividad de la persona y vemos si a largo plazo producirle alguna restricción. De ser así, analizamos de qué manera podríamos evitar esa restricción”, agrega el experto.
La precaria situación en el Perú para la terapia ocupacional
Actualmente, en el país no es común hablar de las terapias ocupacionales. Además, solo hay aproximadamente 300 terapistas ocupacionales en todo el Perú. Esto es insuficiente, pues lo óptimo es que hayan al menos dos terapeutas ocupacionales en cada centro de salud.
“Por más de que haya este déficit, lo que me motiva son esas ganas de querer llegar a las personas, ayudarlas y buscar la forma en que puedan sentir que vuelven a ser personas. Hay algunas que no tienen ninguna extremidad y pueden pintar un lindo cuadro con la cabeza; entonces eso es lo que hace un terapeuta ocupacional: ayuda a la persona a vivir nuevamente”, finaliza Escobar.
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