-
Hace 75 aos, en Estados Unidos, se llev a cabo un proceso que ms tarde un psiquiatra describi como meter una aguja en el cerebro y agitarla: la lobotoma. Cmo lleg a ser considerada una cura mgica?*
En las profundidades de los archivos de la Coleccin Wellcome de Londres, ese magnfico tesoro oculto de curiosidades mdicas, hay una pequea caja blanca de cartn.
Dentro hay un par de aparatos mdicos. Son sencillos. Cada uno consiste en una barra de acero de 8cm, con un mango de madera.
Estas horripilantes cosas son instrumentos de lobotoma. Nada sofisticado, explic la archivista Lesley Hall.
En un momento, las barras representaron lo ms avanzado de la ciencia psiquitrica. Eran los instrumentos quirrquicos para la lobotoma, tambin conocida como leucotoma, una operacin que era considerada como una cura milagrosa para una variedad de enfermedades mentales.
[embed:1148740] El neurlogo portugus, Egas Moniz, fue el padre de la lobotoma.
Agujerear el craneo
Por miles de aos la humanidad practic la trepanacin, que consista en agujerear el crneo para dejar salir a los espritus malvados.
La idea de la lobotoma era diferente. El neurlogo portugus Egas Moniz crea que los pacientes con conductas obsesivas sufran de problemas en los circuitos del cerebro.
En 1935, en un hospital de Lisboa, pens haber encontrado la solucin. Decid cortar las fibras conectivas de las neuronas activas, escribi en una monografa titulada Cmo llegu a hacer una leucotoma frontal.
Su tcnica original fue adaptada por otros, pero la idea bsica se mantuvo.
Los cirujanos perforaban un par de huecos en el crneo, ya sea en un lado o en la parte superior, e introducan un instrumento afilado un leuctomo en el cerebro.
El cirujano luego lo mova de un lado a otro para cortar las conexiones entre los lbulos frontales y el resto del cerebro.
Moniz report mejoras dramticas en sus primeros 20 pacientes y la operacin fue acogida con entusiasmo por el neurlogo estadounidense Walter Freeman, quien se convirti en un evangelista del proceso. Fue l quien hizo la primera lobotoma en Estados Unidos en 1936, y luego la divulg por el mundo entero.
Desde principios de la dcada de los 40, empez a ser vista como una cura milagrosa en el Reino Unido, donde los cirujanos ejecutaron proporcionalmente ms lobotomas que en Estados Unidos.
A pesar de la oposicin de algunos doctores particularmente los psicoanalistas se convirti en parte integral de la psiquiatra.
La razn de su popularidad era simple: la alternativa era peor.
Cuando visitaba hospitales de salud mental vea camisas de fuerza, celdas acolchonadas, y era patente que algunos pacientes eran siento tener que decirlo sujetos a violencia fsica, recuerda el neurocirujano retirado Jason Brice.
La oportunidad de curar a travs de la lobotoma pareca preferible a una cadena perpetua en una institucin.
Esperbamos que ofreciera una salida, dice Brice. Esperbamos que ayudara.
Miles y miles
La operacin se volvi tan popular que haba doctores, como el britnico Sir Wylie McKissock, que llegaron a realizar miles de lobotomas.
Terry Gould, quien trabaj con McKissock como anestesista, piensa que su antiguo jefe llev a cabo unas 3.000.
Era un proceso que tomaba cinco minutos, y McKissock cuenta Gould se prestaba para hacerlas hasta en los fines de semana.
Iba a otros hospitales en la maana de un sbado, haca tres o cuatro leucotomas, y regresaba.
Segn Brice, la operacin poda tener buenos resultados en algunos pacientes, pero cada vez tena ms dudas al respecto, especialmente cuando se trataba de pacientes con esquizofrenia.
El psiquiatra John Pippard le hizo seguimiento a varios cientos de pacientes de McKissock y encontr que alrededor de un tercio se benefici, a un tercio no le afect y el otro tercio empeor.
A pesar de que l mismo haba autorizado lobotomas, luego se opuso a su prctica.
No creo que ninguno de nosotros estabamos realmente cmodos poniendo una aguja en el cerebro y agitndola.
Declive
En 1949, Egas Moniz gan el premio Nobel por inventar la lobotoma, y la operacin lleg a la cima de su popularidad.
Pero a partir de mediados de los 50, rpidamente cay en desgracia, en parte porque los resultados eran pobres y en parte gracias a la introduccin de la primera ola de medicamentos psiquitricos efectivos.
Dcadas ms tarde, cuando trabajaba como enfermero psiquitrico en una institucin, Henry Marsh cuid a pacientes a los que se les hizo lobotomas.
Eran esquizofrnicos crnicos y eran a menudo los ms apticos, lentos y sin esperanza, dije.
Marsh, quien hoy en da es un eminente neurocirujano, dice que la operacin sencillamente era mala ciencia. Era muy mala medicina, mala ciencia, pues era claro que nunca se le hizo un seguimiento apropiado a los pacientes.
Si uno vea al paciente despus de la operacin, pareca que estaba bien: hablaba, caminaba y le deca gracias al doctor, observa.
El hecho de que los haban arruinado totalmente como seres humanos sociables probablemente no importaba.
*Esta nota se public originalmente en noviembre de 2011.