Efectivos de la policía de fronteras chinos hallaron un cargamento de 213 patas de oso pardo que dos contrabandistas rusos intentaban introducir en China desde su país.

El cargamento, el mayor de este producto nunca antes descubierto en China, fue hallado en la localidad de Manzhouli, en el extremo nororiental del país asiático y fronteriza con Rusia. Ambos sujetos fueron arrestados y acusados por contrabando.

Las patas de oso estaban escondidas en los neumáticos de la furgoneta que usaban los traficantes. En el mercado negro se compran como ingredientes culinarios, como regalos costosos o para supuestos fines medicinales.

Fuentes policiales señalaron que, pese a que la venta de partes de oso está prohibida en China, ilegalmente se ofrecen precios de hasta 600 dólares por kilo, hasta diez veces más que en Rusia.