El Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales y la Autoridad del Canal de Panamá emprendieron hace cinco años un esfuerzo conjunto para encontrar y desenterrar muestras de fósiles, rocas, conchas y trozos de madera en las excavaciones del Canal. Los resultados de ese trabajo fueron divulgados el viernes.
Se trata de hallazgos que ayudan a entender la biodiversidad de la región tropical hace 20 millones de años y la formación geológica del istmo centroamericano. Fueron recolectadas 6.00 muestras que incluyen fósiles de al menos diez nuevas especies milenarias de animales extintos que llegaron de diferentes partes del mundo.
Se obtuvieron, por ejemplo, muestras de dientes de megalodonte, una especie extinta de tiburón gigantesco que data de la era terciaria o decenas de millones de años atrás, así como fragmentos de mandíbulas de un tipo de rinoceronte sin cuernos de la misma época.
Asimismo fueron encontrados trozos de mandíbula de un tipo de camello miniatura, que pesaba entre 47 a 57 kilos, y data de hace 20 millones de años. También se descubrieron fósiles de una clase de caballo pequeño y de un oso-perro gigante, y otros restos de especies de murciélagos y serpientes.
Los trabajos paleontológicos incluyen el análisis de restos sedimentarios, en los que fueron hallados troncos de grandes árboles, que registran aspectos para entender el bosque tropical antiguo y su clima.
Además, los nuevos hallazgos en el canal sugieren la hipótesis de que el cierre completo del istmo se habría dado hace diez millones de años al haber emergido del agua, y no hace tres millones como plantean estudios anteriores.
Según expertos, al cerrarse el canal, las corrientes marinas y el nivel climático global cambiaron, haciendo que las zonas nórdicas se vuelvan más cálidas y sean colonizadas por el ser humano.