Tras la matanza el sábado pasado de unas 150 vicuñas en la comunidad de Huancabamba, en Andahuaylas, el alcalde de la provincia de Apurímac, Manuel Molina, pidió ayuda para poder ubicar y sancionar a los culpables y señaló que, si bien todavía no saben quiénes fueron los autores de la matanza, presumen que fue una banda internacional organizada.
Se han encontrado restos de cigarro y sobres de refrescantes de origen boliviano, afirmó el burgomaestre de Andahuaylas. Los hemos perseguido con camionetas de la policía y de la municipalidad, pero no se pudo ubicarlos”, acotó.
Del mismo modo, cuestionó la falta de medios de comunicación en que se encuentran comunidades como la de Huancabamba, que velan por el cuidado de los camélidos, a la que se les ha cancelado la única emisora local que tenían porque no cuentan con licencia.
“No tienen medios de comunicaciones regulares porque están alejados de las zonas urbanas. Y fueron sancionados por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones por no contar con una licencia. Pero sacar el permiso es muy complicado para ellos, afirmó.
Por su parte, Eugenio Allca Díaz, presidente de la comunidad de Huancabamba, denunció que carecen de seguridad que les permita velar por la seguridad de las vicuñas. “En la comunidad no hay los efectivos suficientes para contar con la seguridad necesaria”, comentó.

El alcalde de Andahuaylas informó que de cada dos vicuñas se obtiene una libra de lana, que en el mercado nacional se vende en aproximadamente 400 dólares, mientras que en el mercado internacional se negocia en 2000 dólares la libra.