Ni Gareth Bale, a quien se esperaba como estrella principal por la ausencia de Cristiano Ronaldo; ni Jesé Rodríguez, que tenía una noche por delante para brillar, pero fue sustituido en la primera parte por la expulsión de Sergio Ramos; al final, fue Álvaro Arbeloa la figura inesperada del Real Madrid, que venció al Galatasaray por 4-1 en la Champions League con una buena actuación del lateral derecho.
Con un jugador menos durante un gran tramo del partido por la roja que vio Ramos y con un equipo atascado en un fútbol poco vertical y bastante carente de ideas, apareció un futbolista poco dado a destacar por su presencia en ataque.
Hoy Arbeloa agitó a su equipo cuando el partido estaba más espeso para los hombres de Carlo Ancelotti. Apareció en la segunda parte para marcar el 2-1 y dio el pase del tercer gol a Di María, que hizo el tercero de un encuentro con el único interés de los millones que da la UEFA por ganar tres puntos.
Arbeloa jamás había marcado y asistido en el mismo partido desde que es profesional. No hacía un gol desde el 23 de noviembre de 2010, cuando lo logró en un encuentro ante el Ajax en el Amsterdam Arena. Desde que llegó al Real Madrid suma un total de cuatro dianas.
Y al final, antes de echar el cierre, Isco marcó el cuarto gol. El malagueño marcó un gran tanto. Un control magnífico, dos recortes repletos de tranquilidad y temple y un zurdazo ajustado al poste derecho de la portería de Eray Iscan. Fue la guinda a un choque sin historias.
MINUTO A MINUTO DEL PARTIDO: [w.701]