ELKIN SOTELO @elkinsot_DT Redacción online

Cristal otra vez se topó con la realidad internacional, esa que no perdona y que no regala nada. La caída sufrida en Buenos Aires complicó sus chances de clasificar a los octavos de final y ahora tendrá que ser firme ante Palmeiras la próxima semana en Lima para alcanzar su objetivo.

El celeste no es un equipo que esté exento de presentar todas los defectos propios de los equipos peruanos, sobre todo la poca audacia para sostener los resultados durante noventa minutos. Hoy jugó bien al inició del primer tiempo y fue grato ver a Sheput encarando o a Ross ganando en velocidad, pero nunca siendo determinantes en el área rival.

Y cuando Tigre vio que había una posibilidad, la tomó. Más cuando Leguizamón observó que Jesús Álvarez era un punto flaco en la zaga rimense. En un forcejeo lo desestabilizó y el peruano antes de rechazar la pelota con firmeza, se cayó al piso y dejó solo al golero Penny ante el rival. El gol fue clara culpa suya.

A partir de ese instante (minuto 25) Cristal cayó en todas las imprecisiones del mundo y bajó la guardia. El equipo argentino sí fue al frente en el segundo tiempo y aunque los peruanos (Rengifo y Ávila) habían estado frente al golero García listos para anotar, perdonaron y eso les pasó la factura al instante. Tigre se fue encima y Pérez García otra vez se burló de Álvarez y de Quina y la puso por encima de Penny.

Minutos después, Álvarez se fue expulsado y Cristal se descompaginó totalmente. Botta se sacó de encima con un amague a Ayr y anotó el tercero con gran calidad.

Sobre el final Cristal dio algunos manotazos y Lobatón descontó de fuerte derechazo. Quedó claro que a Cristal le cuesta encontrar un ritmo de juego internacional y solo clasificará a los octavos de final si se le gana al Palmeiras brasileño en Lima, jugando además con otros resultados en el grupo. El de hoy era un partido clave para los rimenses y no dieron la talla.

[w.559]