Por suerte, no fue nada grave. Heiko Westermann, defensor del Hamburgo, se dio un terrible golpe cuando intentaba interceptar el remate del coreano Heung-Min Song que juega en el Bayer Leverkusen.

Westermann no solo no pudo evitar el gol, sino que su rostro se golpeó fuertemente con el palo. Al final, el encuentro disputado por la Bundesliga terminaría 5-3 a favor del Leverkusen. El hecho, no más que una simple anécdota con algo de susto (y dolor).