Pasaron por el Perú con cierto éxito –uno más que otro– pero los futbolistas prácticamente les hicieron la vida imposible. Los técnicos Jorge Sampaoli y Jorge Luis Pinto fueron despedidos del país por ir contra los intereses de los jugadores. El primero fue condenado por entrenar demasiado y el segundo por ser estricto en el tema disciplinario. Increíble, pero cierto.
Uno y otro son obsesivos de lo que predican y en lo que creen fervientemente. Y esto los ha llevado al éxito. Sampaoli y Pinto lograron el sueño de todo entrenador: dirigir en una Copa del Mundo. El primero al mando de la selección chilena el segundo, de la costarricense. Y pensar que el Perú se deshizo de ellos por trabajar demasiado.
El caso de Sampaoli es bastante particular. Llegó a Bolognesi, pasó al Boys y volvió al Bolo, equipo al que dirigió en la Sudamericana. Pasó a Cristal en el 2007 y los futbolistas se encargaron de que sea echado. Jorge Soto, emblema de ese equipo, llegó a quejarse una vez porque “lo hacía correr”. Lo único que hizo Sampaoli fue proponer doble o triple turno para mejorar. Sin embargo, su trabajo no fue valorado y le dijeron adiós. Se fue de Cristal para ser multicampeón con la U. de Chile y hoy dirige a una de las mejores selecciones del continente.
Pinto tuvo más éxito que el ‘Hombrecito’ en el Perú. De hecho, sacó campeón a Alianza Lima en el 97 luego de 18 años de sequía. Para lograrlo –contó– tuvo que someter a los jugadores a su estricto modo de gestionar la disciplina. El entrenador colombiano solía visitar por la noche a los jugadores en sus casas para ver si estaban durmiendo o no. Además, realizaba llamadas de madrugada con la misma intención. Así, con este método, logró el título. Pero los jugadores no aguantaron. Le dijeron gracias y adiós.
Dos historias de éxito de dos técnicos que no fueron valorados en el Perú por ser consecuentes con sus principios futbolísticos. Hoy nos miran de lejos y alistan sus maletas para estar en Brasil el próximo año, entre las 32 mejores selecciones del mundo.