Ni siquiera surfear en su Australia natal bastará para aplacar la rabia del piloto Mark Webber por la forma en que su compañero de equipo, Sebastian Vettel, le robó la victoria en el Gran Premio de Malasia de la Fórmula Uno.
Vettel, campeón del mundo en tres ocasiones, se vio forzado a disculparse tras ignorar las órdenes de equipo, según las cuales los pilotos de Red Bull debían mantener sus posiciones, al superar a Webber a 10 vueltas para el final de la prueba del domingo.
El australiano, de 36 años, que terminó segundo tras su compañero, dejó en claro su malestar en el podio y dijo que estudiaría su postura durante su descanso y recuperación en la costa de Queensland.
El incidente pone de nuevo en evidencia su lugar en el equipo con el que compite desde el 2007, junto a Vettel desde el 2009. Webber siempre ha defendido que debería ser igual que su compañero de equipo alemán en la pugna por el título, pero a menudo ha sospechado que ese no era el caso.
El incidente del domingo claramente dio motivos a Webber para reflexionar. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza en esas últimas vueltas, dijo. No solo de hoy, también del pasado, añadió.
Webber, que desechó una oferta de Ferrari para quedarse en Red Bull con un contrato de un año, tiene mucho tiempo para pensar en su futuro en el equipo y quizás en la Fórmula Uno, ya que la tercera carrera de la temporada no será hasta el 14 de abril.
A esta hora mañana estaré montando unas olas con mi tabla de surf, y reflexionando sobre todo lo ocurrido, dijo. Espero que haya buen tiempo, comentó.