Danny Green anotó siete de los 16 triples de San Antonio, un récord en la final, mientras que Tim Duncan totalizó 12 puntos y 14 rebotes, para que los Spurs trituraran el martes 113-77 al Heat de Miami y tomaran una ventaja de 2-1 en la serie.

Green totalizó 27 puntos y Gary Neal acertó seis triples para añadir 24 unidades. San Antonio atinó 16 de 32 triples para propinar la tercera paliza más abultada en la historia de la final.

Duncan se recuperó de su peor partido en una final, y la combinación de veteranos y jóvenes de los Spurs les dio resultados fantásticos ante la algarabía del público en el regreso de un partido por el título a una ciudad que no la albergaba desde 1997.

Los Spurs lucieron tan bien como en aquellos días. Maniataron a LeBron James hasta el tercer periodo, cuando ya tenían una ventaja de escándalo.

James totalizó 15 puntos y 11 rebotes, pero falló 11 de sus primeros 13 disparos contra la excelente defensiva de Kawhi Leonard, quien sumó 14 unidades y 12 balones atrapados ante los tableros.

El cuarto partido está previsto para el jueves, también en San Antonio, donde el Heat tiene una foja de 3-22 en la temporada regular. Jamás ha ganado aquí en la postemporada, algo que deberá hacer si no quiere que la serie se termine sin necesidad de volver a la costa.

El domingo, Duncan embocó tres de 13 disparos para sumar nueve puntos, su peor desempeño en 25 partidos que ha disputado en una final. El Heat se impuso 103-84. El francés Tony Parker atinó apenas cinco de 14 y perdió cinco balones, mientras que el argentino Manu Ginóbili admitió que el trío de veteranos tenía que jugar mejor para que los Spurs ganaran.

Los veteranos lucieron, pero los menos conocidos jugaron mucho mejor. Parker y Ginóbili se combinaron para 14 asistencias, pero la novedad fueron los jugadores que nunca antes habían participado en estas instancias: Neal, Green y Leonard.