HORACIO ZIMMERMANN Horacon/abr /bra href="https://elcomercio.pe/tag/150842/david-hidalgo-jimenez/"strongspan class="caps"DAVID/span span class="caps"HIDALGO/span span class="caps"JIMÉNEZ/span/strong/a a href="http://twitter.com/#!/DavidsCreator"DavidsCreator Redacción online

1. AUSENCIA DE AUTORIDAD. ¿Quién manda en la selección? La pregunta es válida porque ahora aparecen videos que comprueban el nulo compromiso de varios jugadores –supuestamente los más experimentados– con la selección peruana, caso de Juan Manuel Vargas y Carlos Zambrano, a quienes pudimos apreciar en sendos videos esta semana.

No se puede tapar tanta indisciplina manteniendo la boca cerrada. Fuera de las canchas, los jugadores no respetan a Sergio Markarián. Y dentro del campo, tampoco. Sin ir muy lejos, tras la derrota 0-1 ante Colombia, Markarián declaró que hizo ingresar a Jefferson Farfán porque el jugador se lo pidió, pese a que él –que es el técnico y debe tener la autoridad de tal– pensaba que no estaba para jugar. “Es más, no debió jugar” remató en la conferencia de prensa.

Acá hay dos problemas. El primero es que queda claro que los ‘Fantásticos’ le doblan la mano con facilidad cuando les da la gana. Lo segundo, y a la sazón lo más grave, es que siendo técnico y estando perdiendo en Lima tal vez la clasificación al Mundial, Markarián hizo ingresar a un jugador que él sabía que no debía jugar porque no estaba bien física ni futbolísticamente. Encima arriesgó al jugador a sufrir una lesión de mayor gravedad.

La sensación que deja entre los aficionados es que el grupo se le está yendo de las manos y que los jugadores mandan. Dato que se refuerza con la encuesta de Datum del día de hoy, donde un 35% de los peruanos piden un cambio en la dirección técnica, mientras que su aprobación desciende a 53%.

2. EL PROYECTO DE MARKARIÁN. “A mí no me han contratado para un proyecto de más de cuatro años”, precisó el técnico de la selección peruana el último sábado en Montevideo. “Fui contratado para dirigir a la selección peruana y tratar de clasificarla al próximo mundial”, remarcó. Aunque Markarián no ha escatimado en hablar, en más de una oportunidad, de un proyecto macro que involucra al Estado y a las instituciones deportivas para impulsar los cursos de educación física en las universidades (incluso ha conversado más de una vez con el presidente Humala). Sin embargo, el DT uruguayo es el primero que no cree que su presencia en el Perú tenga un largo plazo. “Para alguien que está vinculado al resultado, el largo plazo es una utopía”, señaló.

El primer gran error de Markarián fue aceptar el cargo de entrenador de la selección bajo la gestión de Manuel Burga, el dirigente deportivo más resistido en la historia del fútbol peruano y responsable directo de la realidad de nuestro balompié, amén del diagnóstico que sostiene el propio entrenador uruguayo desde 1997. “Siempre hemos dicho que (el fútbol peruano) es improductivo, es desorganizado, no es autosuficiente económicamente y hay que replantearse las cosas”, recordó el ‘Mago’ hace seis días. Por eso Burga se da ahora golpes de pecho al lado del entrenador. “Nuestra gran deuda es institucionalizar el fútbol peruano”, afirmó Burga en Montevideo, casi sin darse cuenta de que ya lleva más de diez años al mando de la FPF.

Si es cierto que Burga quiere que Markarián se quede en el Perú hasta el 2022, ¿por qué no le propuso que sea el jefe de la unidad técnica de la selección nacional? La FIFA no lo prohíbe porque no hay conflicto de intereses. ¿Si Markarián quería impulsar un gran proyecto de reestructuración del fútbol peruano, por qué solo aceptó un contrato de cuatro años? En el momento en que aceptó venir al Perú, Carlos Picerni trabajaba en Paraguay, no estaba en la Videna.

Aunque la responsabilidad mayor en este punto es de Manuel Burga. Qué quiere hacer con el fútbol peruano es la pregunta que jamás ha respondido.

3. LA PRENSA. Markarián dijo hace poco: “Hay un poder de la prensa que saca técnicos, veré hasta cuando aguanto”. ¿Marcó el terreno para irse? ¿O quiere hacer creer a la gente que si se va, la culpa será única y exclusivamente de la prensa peruana? Uno, dos, tres y máximo cuatro son los periodistas (ni siquiera medios) que fustigan y critican su labor al frente de la selección. Los demás lo apoyan ciegamente.

Casi todos los espacios televisivos están abiertamente a favor del técnico porque, aseguran, este proceso es distinto (¿?); y muchos diarios, desde sus páginas y a través de sus columnistas, también anulan cualquier intento de crítica a la labor del uruguayo. Lo peor es que critican al que critica sin mayor argumento que defender a Markarián ante cualquier ‘ataque’.

En dos años de trabajo, salvo Cruzado y Ramírez, el técnico no ha sacado más jugadores ni ha logrado potenciar a ningún futbolista del medio local. Ha realizado múltiples entrenamientos (llamados microciclos) pero sin resultados a la vista. Si mañana el actual técnico de la selección peruana decidiera marcharse, ¿qué nos deja? El tercer lugar de la Copa América que se lo agradece todo el Perú, y el último lugar de las Eliminatorias, ubicación que nos recordó siempre.

Acá no queremos que Sergio Markarián abandone el barco, por el contrario, creemos que su presencia es fundamental para ayudar a levantar el fútbol peruano. Pero así, cómodamente resguardado por los periodistas afines a su persona, lo que tenemos es un técnico demasiado blindado y una prensa que le vende a la gente la imagen de que sí podemos.

¿Sí podemos? Claro que sí, pero cambiando. Y el primero que debe cambiar es Markarián: a quejarse menos y trabajar más. Y debe alejar a los periodistas que se contentan con tener el celular de Markarián, con tomar un café con Markarián y con escuchar los discursos tácticos de Markarián. Basta de escuchar a periodistas que dicen lo que Markarián quiere que se diga.

4. LOS COMERCIALES LAS EMPRESAS. Las redes sociales pueden servir de termómetro para medir el grado de afinidad y/o rechazo que un personaje tiene con la gente. En ellas una broma, cruel pero certera, empezó a circular hace unos días. Decía que Markarián tenía más comerciales que puntos en la Eliminatoria.

¿Ser parte de estas campañas publicitarias está en su contrato? ¿Acaso el técnico no cree que esto, al final, termina por exponerlo demasiado?

El círculo del entrenador se desliza que este aceptó grabar algunos comerciales a cambio de mejorar las instalaciones de la Videna. ¿Acaso la FPF no tiene dinero para hacer los arreglos y tiene que recurrir a la imagen de su técnico? ¿O es que los sponsors de la selección pueden utilizar al comando técnico y a los jugadores cuando deseen?

Otra pregunta sobre este tema: ¿Tenía realmente chances de jugar alguno de los dos partidos Juan Manuel Vargas? Pero en serio, ¿existía esa pizca de milagro? ¿O era riesgoso por estar cerca de la rotura de ligamentos? Lo extraño –por la coincidencia– es que Vargas apareció en la nómina al mismo tiempo que aparecía ‘convocado’ en el comercial de cerveza.

Nunca antes en una selección peruana las marcas que son sponsor del equipo tuvieron una participación tan activa (y llamativa) con el plantel.

Más trabajo y menos comerciales.

5. LA CAPITANÍA: NUEVO DUEÑO. Es un tema menor, es cierto, pero es muy importante para el hincha de la selección y para los propios integrantes del seleccionado. No es un secreto que la afición peruana se ve reflejada en lo que Paolo Guerrero demuestra en la cancha. Si bien Claudio Pizarro es el capitán oficial de la selección, la gente no se identifica con él; el discreto aporte que ha tenido en estos años a la blanquirroja hizo que su crédito sea cada vez menor.

En esta fecha doble, donde perdimos los seis puntos, la figura del ‘Depredador’ alcanzó el tamaño de un rascacielos. Si bien Pizarro siempre se autonombró capitán, un golpe de timón no vendría mal.

Darle la cinta a Guerrero no solo sería hacer justicia futbolística, sino que le otorgaría al técnico los galones de general de equipo que parece haber perdido, obligado así a esconderse tras sus silencios. Se sabe que a los hinchas no les basta con besar la cinta de capitán en un comercial de televisión. Los hinchas quieren entrega, amén de resultados. Y en este rubro, Paolo Guerrero les gana a todos.

6. LOS CAMBIOS NO FUNCIONAN. Markarián es quien determina qué jugadores juegan y cuáles ingresan. Decir que hubiera puesto a este o aquel, es una tarea que no le corresponde al periodismo. Sin embargo, queda claro que las modificaciones nunca le dieron resultados porque durante su período jamás hemos remontado un solo marcador en contra.

Markarián es un excelente estratega mientras Perú vaya ganando o mantenga el resultado en empate. Para planear los partidos, con los lesionados que ha tenido, lo ha hecho muy bien. Pero ese acierto de pizarrón se le viene abajo apenas nos van ganando. Porque los cambios que plantea no ayudan a ordenar al equipo, por el contrario, pareciera que confunden a los propios jugadores. Chiroque, en Quito y ante Colombia, es muestra de ello; Guevara entrando de lanzador en Quito (cuando íbamos 0-0) es otra prueba; Cueva lo mismo en el Centenario.

7. EL VOLANTE CENTRAL. Hay un solo equipo en el mundo que su primer cambio es el volante central, el ancla del equipo para algunos técnicos. Y ese equipo es Perú. Markarián sacó a Balbín en Santiago (donde el planteamiento del técnico fue equivocado); retiró a Lobatón en Quito y puso a Guevara cuando íbamos 0-0; sacó a Lobatón en Lima cuando Colombia ya nos ganaba 1-0; y dejó en el vestuario a Toñito Gonzales mientras Uruguay nos ganaba 2-1. Será por eso que el equipo, casi siempre que tiene el marcador en contra, aparece descompensado.

El caso de Lobatón obliga a una mención especial. El jugador ha sido utilizado (en la mayoría de ocasiones) solo 45 minutos o menos, en los partidos que jugó. Es cambio obligado, según el libreto de Markarián. Si el jugador no rinde los noventa minutos, ¿entonces para qué lo hacemos jugar? Con él de titular entramos a la cancha obligados de hacer un cambio.

¿Seguirá Markarián esperando a Balbín? La tarea de potenciar un volante de marca está pendiente. No se puede seguir aguardando que un jugador se recupere.

8. LAS CONCENTRACIONES CASI NO EXISTEN. El tema de la disciplina parece un tema menor para Markarián. Tal vez se haya olvidado de que llegó a un país en que a la vista del mundo, tiene futbolistas que respetan poco o nada el trabajo y la profesión. Ojo, para el entrenador, que Farfán se haya escapado a un casino en Panamá “no fue grave” y, por el contrario, solo fue un “tema menor”.

Resulta entonces comprensible que Markarián considere que la selección debe solo concentrar dos noches antes del partido. Algo que resulta contradictorio en su discurso, ya que en reiteradas oportunidades ha garantizado que la convivencia es importante para un equipo.

No pretendemos que el entrenador se convierta en un guardia de seguridad, pero debería tomar en cuenta los antecedentes de cada jugador, para tomar una medida drástica que otorgue, al menos ante la prensa y afición, que existe respeto por la camiseta. Respeto y compromiso.

9. EL TEMA PIZARRO. En plena preparación para el partido ante Colombia, y tras jugar ante Nigeria, Pizarro cogió sus cosas y viajó a Europa con permiso de Sergio Markarián (diez días antes del duelo ante Colombia). ¿Por qué el técnico lo dejó ir? Nadie sabe, ya que este nunca lo explicó, tan solo dijo que “era mejor que viaje para que esté más tranquilo”. Si Pizarro, con 33 años, está intranquilo por firmar un contrato de un año con el Bayern Múnich, entonces qué le podemos pedir a los más jóvenes.

El capitán viajó a Madrid y firmó su contrato en las afueras del Vicente Calderón justo minutos antes de la final de la Copa del Rey, en la que fue la despedida de Pep Guardiola del FC Barcelona.

¿El delantero hizo coincidir su viaje con el partido? ¿Era necesario pasar casi 30 horas en aviones y aeropuertos para firmar un papel cuando la tecnología acorta distancias? ¿Acaso el jugador y el técnico no recordaron que, supuestamente, el delantero tenía una ‘molestia’ jamás informada a la prensa?¿Fue el viaje lo que determinó que Pizarro regresara lesionado? ¿Era verdad que Claudio Pizarro tenía esa lesión desde mucho antes? Y si eso fuese cierto, ¿por qué esta nunca figuró en los partes médicos o en las propias declaraciones del técnico y del jugador? Todas estas preguntas no han sido ni serán respondidas, ni por el propio jugador y mucho menos por el entrenador Sergio Markarián.

La sensación generalizada es que el error de permitirle el viaje (y la posterior lesión) debía taparse de alguna manera, y esta era diciendo que la molestia existía desde mucho antes.

Markarián debe entender que permisos como ese no ayudan al grupo, por el contrario, debilitan (más) su autoridad dentro del mismo.

10. EL CASO FARFÁN. Es otro de los grandes misterios que desde la Videna nadie ha querido esclarecer. Lo oficial es que el jugador se perdió el partido ante Uruguay por “intoxicación”.

Preguntas sin respuesta: ¿qué comió, en dónde, a qué hora? ¿Ingirió o no un alimento en mal estado? ¿Bebió algo la tarde/noche/madrugada? ¿Se intoxicó o solo tuvo una reacción alérgica? ¿En qué estado llegó a la clínica San Pablo? (fuentes al interior de la misma clínica no hablan de intoxicación por alimentos).

Hasta ahora no se sabe nada de nada porque, al igual que con la lesión de Pizarro, lo mejor ha sido el silencio por parte del cuerpo técnico. Pero las versiones de que el alcohol tuvo que ver en esta repentina ‘lesión’ cada vez son más fuertes, aunque ningún medio lo pueda asegurar.

Vale recordar que Markarián ya lo perdonó una vez tras la escapada en Panamá. Y vale también hacer memoria y recordar que Jefferson Farfán se perdió la Copa América 2011 por otra repentina lesión (¿En realidad se lesionó jugando ante la Sub 20 o el golpe fue producto del impacto que habría tenido con su vehículo?)

Hasta ahora Markarián permanece mudo sobre el tema. La gente exige una explicación. Pero si no quiere darla, entonces habrá que esperar el próximo llamado. Ahí nos daremos cuenta cuánta autoridad tiene el técnico. Ojo que a Chemo del Solar no le tembló el pulso y echó a cuatro integrantes del equipo, decisión que fue aprobada por la mayoría de hinchas, conocedores de nuestras debilidades futbolísticas, pero que no soportan a los indisciplinados.

La gente no es tonta y por más que los medios y sus hombres de prensa digan que este proceso ‘es distinto’, lo cierto es que hemos perdido cuatro partidos seguidos, apenas tenemos tres puntos, somos últimos en la tabla, el aroma de indisciplina cada vez es mayor, y el técnico lanza libremente mensajes como preparando su salida (tal como lo hizo el día previo al partido en Montevideo).

Una cosa es apoyar el proceso y otra creer que estamos bien. Y por favor, que Markarián no deslice más que la prensa lo quiere sacar. Nadie quiere que se vaya, todos queremos acabar las eliminatorias con él en el banco (así terminemos últimos).

Después de publicada esta nota, la FPF emitió un comunicado que dejó más dudas que certezas.