En el Perú, el sector construcción fue uno de los más afectados por el inicio de la pandemia de COVID-19. En abril -el punto más bajo de actividad económica-, el sector registró una caída de 90.4%, una contracción mucho mayor que la del PBI total (-39,9%). Sin embargo, la construcción se ha venido recuperando más rápido de lo esperado. Las últimas cifras de agosto y setiembre muestran que esta recuperación se explica, principalmente, por la reanudación de obras privadas del segmento residencial.
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Por el contrario, el avance físico de obras públicas aún se mantiene en terreno negativo y no se espera buen desempeño hacia fin de año.
Paralización total de la construcción
El inicio del estado de emergencia paralizó todas las actividades del sector construcción. Asimismo, las obras de emergencia que continuaron operando enfrentaron problemas de abastecimiento de materiales de construcción. Recién en la cuarta semana del estado de emergencia se permitió el reinicio del despacho de cal y cemento para las actividades de mantenimiento del sector minero. Como resultado, el PBI del sector se contrajo 46% en marzo y 90% en abril. Más aún, los despachos de cemento en abril cayeron 99%, un mínimo histórico.
Con el anuncio de la reactivación económica en fases, el sector construcción fue incluida en el primer grupo de actividades a reanudarse a partir de mayo. Sin embargo, la producción continuó paralizada durante gran parte de dicho mes debido al retraso en la aprobación de protocolos para las empresas productoras de cemento. En mayo, el sector registró una caída de 67%.
Impulso de las obras familiares
Desde entonces, la construcción ha mostrado cada vez un mayor dinamismo, impulsada por el reinicio de obras del sector privado. En agosto, el PBI del sector se contrajo 6,5% respecto al mismo mes del año anterior, la caída menos pronunciada de esta actividad desde el inicio de la crisis y un resultado por encima del PBI nacional (-9,8%).
Según fuentes del sector, el incremento del consumo de cemento se debe a que las familias están destinando un mayor presupuesto a invertir en remodelación o ampliación de ambientes, ante las nuevas necesidades asociadas al mayor tiempo que las personas pasan en sus hogares. En esa línea, la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú (ASEI) explica que, frente a la cuarentena, muchas familias se vieron en la necesidad de adquirir una vivienda propia. Así, las ventas registradas en setiembre de este año ya superan a las de enero y febrero, previo al estado de emergencia.
Por su parte, la inversión pública ha mostrado una tendencia creciente a partir de junio, en los tres niveles de gobierno. No obstante, al cierre de setiembre, aún no supera el avance alcanzado el año pasado durante el mismo periodo.
En el caso del gobierno nacional, la ejecución en las cinco funciones con mayor presupuesto para inversión -agropecuario, transporte, saneamiento, salud y educación- ha mostrado un crecimiento sostenido entre junio y agosto. Sin embargo, en setiembre, la inversión en salud se redujo a casi la mitad de lo ejecutado en agosto, debido a la menor inversión en prevención, control y tratamiento del COVID-19.
Entre los gobiernos regionales, la recuperación de la inversión viene siendo liderada por Áncash, Piura, Ica y Tacna. Entre estas resaltan Áncash e Ica, cuya ejecución de setiembre fue de 3,3 veces y 4,6 veces a lo registrado el mismo mes del año pasado.
Perspectivas del sector
Las estadísticas publicadas por la Asociación de Productores de Cemento (ASOCEM) a setiembre muestran que los despachos nacionales de cemento de las empresas asociadas a este gremio -que representan el 90% de los despachos del país- crecieron 10,4% respecto a setiembre del año pasado. No obstante, según el MEF, la inversión pública aún se mantiene en terreno negativo (-3,1%) debido a la menor inversión de los gobiernos locales, la cual cayó en 26%.
Por otro lado, el reinicio de las actividades del sector ha permitido reanudar los grandes proyectos de infraestructura, ejecutados mediante la modalidad de Asociaciones Pública Privadas (APP). Por ejemplo, en julio se reinició la ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez con lo que se espera que la construcción de la nueva torre de control y la segunda pista de aterrizaje concluyan en 2020 y 2021 respectivamente. Además, continúan las obras de la Línea 2 del Metro de Lima, que registraba un avance de 26% a mediados de octubre, según el MEF.
En este sentido, según Guido Valdivia, director ejecutivo de la Cámara Peruana de la Construcción (CAPECO), se espera que la recuperación del sector continúe siendo impulsada por la ejecución de obras privadas. Esto debido a que los programas de impulso a la inversión pública, como Arranca Perú y la Reconstrucción con Cambios, recién tendrían un impacto a partir del segundo semestre del 2021. Más aún, señala que la inversión pública en el último trimestre difícilmente superaría los niveles observados en el mismo período del 2019.
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