El presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim anunció hoy que el organismo multilateral ha fijado la meta de reducir la pobreza en el mundo a un 9% en el 2020, con lo cual se lograría reducir este índice a la mitad desde el 18% actual y situarlo por primera vez en el terreno de las cifras de un solo dígito.
Durante las Reuniones Anuales del Grupo de Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), Kim explicó que la nueva meta se ha basado en el análisis económico de las tendencias de pobreza mundial y es un paso en el camino hacia acabar con la pobreza extrema en el 2030. Para el banco, los extremadamente pobres son aquellos que viven con menos de US$1,25 al día.
Los economistas del Banco Mundial encontraron que si los países en desarrollo mantienen su velocidad de crecimiento más alta en los siguientes siete años, el índice global de pobreza caería por debajo del 10% por primera vez desde que estas cifras fueron registradas en el Reporte de Desarrollo Mundial en 1990.
En 1990, el 43% de la población de los países en desarrollo vivían en pobreza. Desde ese momento, los índices de pobreza mundial se han mantenido en retirada. En 1990, un estimado de 1.900 millones de personas vivían en la pobreza y ese número se redujo a 1.200 millones en el 2010.
Llegar a 9% en el 2020 significaría que aproximadamente 690 millones de personas aún vivirían en pobreza extrema, pero que 510 millones habrían dejado este grupo, comparado con las cifras del 2010. Esta última cifra es equivalente a la mitad de la población de África o más de la mitad de la población de Indonesia.
Establecer esta meta nos recuerda que estamos en el partidor de un acontecimiento histórico: liberal al mundo del flagelo de que gente viva en condiciones denigrantes, dijo Kim. También significa que todos nosotros, los líderes de países en desarrollo y sus socios, incluyendo al Grupo del Banco Mundial, necesitan mejorar su desempeño en la lucha contra la pobreza extrema. Necesitamos ayudar a los países en desarrollo a acelerar su crecimiento, atraer inversión privada y generar buenos puestos de trabajo, agregó.
En abril, la Junta de Gobernadores del Grupo del Banco Mundial fijó dos metas para la organización: acabar con la pobreza extrema en el 2030 y mejorar la distribución de la prosperidad en el 40% inferior de la población de todos los países en desarrollo.
Esta semana, la Junta de Gobernadores considerará una estrategia para el Grupo del Banco Mundial que, por primera vez, reunirá a todos los miembros de la institución para que trabajen hacia esos dos objetivos: el Banco Mundial, que trabaja con gobiernos; el IFC, que se dedica al sector privado y MIGA, que garantiza las inversiones frente a los riesgos políticos.
CRECIMIENTO ACELERADO Kim citó una investigación del Grupo del Banco Mundial que muestra que si los países en desarrollo continúan creciendo a sus tasas históricas en las próximas dos décadas, la pobreza mundial se reduciría a 8% en el 2030, muy por debajo de la meta.
El Grupo del Banco Mundial ha definido que el fin de la pobreza extrema se dará cuando este indicador llegue al 3%, debido a que las personas se movilizan por debajo y encima de la línea de pobreza como consecuencia de conflictos, desastres, pérdida de empleos, entre otros factores.
Para llegar a la meta del 2030, Kim explicó que los países en desarrollo tendrán que crecer al mismo ritmo de su periodo más boyante de las últimas dos décadas. Ese periodo varía según cada país y fue causado por factores diversos.
Es posible acabar con la pobreza extrema en menos de una generación, dijo Kim. Pero necesitamos un crecimiento robusto, líderes políticos comprometidos y un creciente movimiento social que nos ayude a enfocarnos todos como un haz de rayos láser en el resultado que todos deseamos, comentó.