Si hay que definir musicalmente el metal, se trata de un género estridente, agresivo y que suele ser interpretado por ejecutantes talentosos. (Foto: Getty Images)
Si hay que definir musicalmente el metal, se trata de un género estridente, agresivo y que suele ser interpretado por ejecutantes talentosos. (Foto: Getty Images)

Se viene anunciando el Segundo Lima Metal Fest para el 10 de setiembre prximo. Diecinueve bandas, nueve internacionales (de Estados Unidos, Alemania e Italia) y diez de Lima, Puno, Huancayo o Ayacucho. Un aviso en redes sociales de un festival multitudinario, en el Per del 2016, solo puede significar una cosa: que en este pas el metal sigue siendo vigoroso y popular. Terrorismo, dictadura, crisis, pobreza, Iglesia, malas radios y una televisin aun peor no han podido menguar una cultura que aqu comenz un poco ms tarde que en las latitudes del norte que la vieron nacer, pero que con precariedad y terquedad se agarr de uas y dientes para permitirse citando a Martn Adn todo, menos morir.

La mirada nostlgica puede llevarnos a la poca de los fanzines de un solo nmero, de los casetes de copia que se compraban en la puerta de la Villareal en La Colmena, de los discos originales de la esplndida tienda Mega Discos en Pardo, o de los inicios de bandas locales como los primeros y desaparecidos xido (1982), Orgus (1984), M.A.S.A.C.R.E. (1985, y que acaban de lanzar una produccin) o Mortem (1988); todos dando sus conciertos en el Centro de Lima o en la Concha Acstica del Campo de Marte o en la de San Miguel, junto a las pocas bandas extranjeras que llegaban por aquel entonces: Torturer de Chile, Masacre de Colombia, Kobalto de Argentina; nombres ciertamente discretos, grupos que editaban sus discos a duras penas, pero que surgieron en la poca de mayor auge del metal: los ochenta.

En el editorial del fanzine limeo Sepulcro, publicado a mediados de esa dcada, su director se refera al metal como el servicio musical obligatorio por el que todos tenemos que pasar. Y es que en algn momento en esos aos, millones de muchachos de todo el mundo, de forma superficial o comprometida, se declararon metaleros. Bastaba tener un disco de Quiet Riot (quiz la primera banda de renombre mundial que visit el Per, en 1998) o de Venom para ser parte de uno de los movimientos culturales ms slidos y multitudinarios en la historia de la msica, un logro bastante notable para algo que se anim desde sus inicios de la trivialidad de un satanismo caricaturesco, o de una imaginera demoniaca ms cerca de Halloween que de lo socialmente peligroso.

Semilla de maldad

El origen cronolgico es difuso, pero se podra decir que el heavy metal primer subgnero de algo luego conocido simplemente como metal estuvo predestinado a su naturaleza de apariencia siniestra: naci un viernes 13 de febrero de 1970, cuando se edit el lbum epnimo y debut de los ingleses Black Sabbath, considerada casi por consenso la primera banda de metal de la historia. Por lo dems, las causas de su aparicin no quedan muy claras. Se especula que fue un contraataque descarnado al flower power hippie y sus canciones de amor y paz; o que pudo ser una derivacin en clave estridente del virtuoso rock progresivo (Jethro Tull, Yes, King Crimson), con una deuda fuerte del blues.

Paralelamente a Black Sabbath, otras bandas contribuyeron a la creacin del heavy metal. Led Zeppelin y Deep Purple tenan un aire pesado y tambin son reconocidas como fundacionales del gnero. Casi llegando a los ochenta, Judas Priest, Motrhead o Iron Maiden fueron las que terminaran de definir no solo el sonido, sino otros aspectos: el ideario, la indumentaria, la mstica. Si hay que definir musicalmente el metal que luego de cuatro dcadas abarca decenas de subgneros, cada uno con una peculiaridad sonora, se trata de un gnero estridente, agresivo y que suele ser interpretado por ejecutantes talentosos.

Como se dijo, los ochenta fueron la era dorada del metal. Desde la marginalidad, a pesar de la desatencin inicial de los medios, encontr una manera de abrirse paso; fue asimilado con entusiasmo por la industria y los devotos, pero no tanto por ciertos sectores de la sociedad. Como sostiene el antroplogo canadiense Sammuel Dunn, quien ha realizado tres documentales sobre el tema: Desde un principio los crticos consideraron el metal como msica poco sofisticada para gente poco sofisticada [] y a pesar de tener millones de fanticos siempre ha sido estereotipada, menospreciada y condenada. Es cierto, pero al parecer ni a msicos ni a fans el asunto les preocupa demasiado: el gnero se rebel desde el principio contra lo moral y polticamente correcto y, sobre todo, contra los valores conectados con lo religioso.

No importa lo que digan

Pero hacia dnde apunta la rebelda de la cultura metal? A nivel ideolgico, tiene un mensaje que darle a la sociedad? Sebastian Bach, excantante de Skid Row, lo dijo de manera elocuente en el documental Looks That Kill: S, el metal tiene un mensaje para la sociedad: Vyanse a la mierda!. Y es que desde siempre los miembros de la cultura metlica han tenido una actitud desafiante y arrogante que ha buscado atacar toda formalidad y sacralidad social. Carlos Torres Rotondo, escritor, investigador y autor de dos libros sobre el rock y la escena local, sostiene: Al contrario del punk, por ejemplo, el metal no se caracteriza por una crtica social. En el punk es necesario asumir una posicin poltica o una ideologa absolutamente concreta y coherente. La rebelda del metal es ms de mscara, incluso la quema de iglesias es tambin algo espectacular, circense.

Hay, sin embargo, y esto no fue muy bien percibido por la oficialidad ni en la poca de auge del metal ni ahora un background insospechadamente rico detrs del satanismo exagerado o el paganismo que ha distinguido al metal desde sus inicios. Torres Rotondo afirma: La parafernalia metalera tiene una fortsima genealoga cultural. Para entender el metal lee el Cantar de los nibelungos. Hay toda una cuestin con los cantares de gesta, con lo brbaro, que est en los pelos largos que llevan los metaleros, por ejemplo. Yo creo que la desobediencia del metal viene de cogerse de esas ideas en una sociedad monotesta y cristiana. Iron Maiden es un ejemplo claro de lo afirmado. Mencionemos dos de sus composiciones ms notables:

The Rime of the Ancient Mariner

y The Flight of Icarus.

La primera es la musicalizacin de un poema del romntico ingls del siglo XVIII Samuel Taylor Coleridge; la segunda versa sobre caro, hijo de Ddalo en la mitologa griega, quien muri al volar demasiado cerca del sol con las alas fijadas con cera a su cuerpo.

En el xito ochentero tuvo mucho que ver, en trminos de visibilidad meditica, un subgnero que es comnmente vilipendiado por los oyentes ms extremos: el glam metal. Este mezcl heavy metal con pop y enfatiz la imagen, lo que para bien o para mal acerc el metal a muchos ms jvenes. Bandas como Twisted Sister, Poison, Ratt o Mtley Cre apostaron paradjicamente por letras de alta carga machista, mezcladas con una apariencia estrambtica a la vez que femenina. Como lo sostuvo Dee Snider, cantante de Twisted Sister: Haba algo homoertico en todo eso que algn psiquiatra debera explicar. Y ac es donde se revela uno de los aspectos ms controversiales de la cultura metalera: su abierto machismo y su fuerte carga sexual.

El ruido como salvacin

W.A.S.P., junto con otras bandas, caus tan genuina preocupacin social en Estados Unidos que llev a que se creara en 1985 la PMRC, un rgano de censura fundado por las esposas de cuatro polticos, que estaban escandalizadas por los mensajes salidos de la msica metal. Esto por el repertorio de los californianos, especialmente el tema Animal (Fuck Like a Beast), cuya letra es excesivamente obscena, machista y misgina. Pero no es un caso aislado, canciones de ese tipo abundan en el metal, con sus seguidores y msicos mayoritariamente masculinos.

Cannibal Corpse, grupo estadounidense de death metal y uno de las ms polmicos del mundo por la gran agresividad en sus letras y sus portadas, tiene temas con ttulos como Meat Hook Sodomy o Addicted to Vaginal Skin, algo que le ha valido la censura en muchos pases y acusaciones de promover la violencia contra la mujer.

Diana Foronda, cantante y guitarrista del grupo peruano de n metal rea 7, opina sobre ser mujer en un mundo con demasiada testosterona: Hostilidad hubo desde el principio. Haba chicos que nos apoyaban y otros que nos detestaban, como dicindonos: Ustedes qu hacen ac?. Sentamos la presin de tocar mejor que ellos, o tocar ms pesado que las bandas de hombres. Parece un consenso que el metal es una gran tribu urbana creada principalmente por hombres y para hombres.

Sin embargo, salvando la rudeza, es una cultura ya ms abierta porque es un hecho que cada vez hay ms mujeres en el metal; la confraternidad dentro de la escena achata todas las diferencias y unifica a sus miembros en un sentimiento de pertenencia a algo que trasciende al individuo, que nadie sabe concretar en ideas, pero s abstraer en la esfera de lo emocional.

En la cultura del metal persiste la idea de nosotros contra el mundo, un fenmeno que Robert Walser, musiclogo estadounidense y autor de Running With the Devil: Power, Gender, and Madness in Heavy Metal Music, clarific: Nadie se mete al heavy metal para sentirse desamparado. Una persona lo hace para sentirse empoderado y conectado con otra gente. Y quiz si escuchas una cancin sobre el suicidio (tpico recurrente) te dars cuenta de que no ests solo, no ests desamparado, que otra gente est pasando por lo mismo que t y no necesitas matarte. En ese sentido, a pesar de su carcter ocasionalmente siniestro, el metal suele brindar un sentido de pertenencia que permite el auxilio colectivo para la construccin de una individualidad. Chad Gray, cantante de la banda de groove metal Hellyeah, se refiri al tema en una entrevista del 2015: El heavy metal es el tipo de msica que salv mi vida. Hubo muchas veces en las que estaba deprimido y solo. No encajaba siendo un chiquillo o no entenda por qu. Entonces cuando escuch metal dije: Oh, solo me estaba juntando con la gente equivocada.

El secreto de las artes oscuras

Hay algo ms que ha ayudado a ver el metal como una msica peligrosa desde sus inicios: su fijacin por lo demoniaco y su oposicin a la cristiandad. Esto tiene una explicacin bsica: lo prohibido vende, y de eso se dieron cuenta los grupos. Una msica de ritmos agresivos combinaba bien con una imaginera diablica, entonces la referencia a Satans se volvi el gancho perfecto para adolescentes impresionables. Desde luego fue un juego circense del que se valieron bandas tan ajenas a una ideologa realmente satanista como Celtic Frost, Slayer o Mtley Cre, pero algo cambi en los noventa, la dcada en que surgi una de las facciones ms interesantes de la historia metlica y sin duda la ms extrema: el black metal noruego.

En una sociedad hipercivilizada como la noruega era impensable que algo tan radical como el terrorismo satanista surgiera, pero as pas. El 6 de junio de 1992 el templo luterano de Fantoft, una preciosa construccin de madera del siglo XIX en la ciudad de Bergen, fue incendiado por iniciativa de Varg Vikernes, msico del proyecto unipersonal Burzum. Vikernes, junto con msicos de bandas como Darkthrone, Immortal, Mayhem o Emperor, apoyaron o acometieron una serie de quemas de templos cristianos entre 1992 y 1993. El metal, que por aos se entretuvo jugando con el diablo, por primera vez estaba demostrando que se tomaba el asunto en serio. El periodista de Boston, Michael Moynihan, hizo un estudio muy bien documentado sobre este fenmeno en su libro de 1998 Lords of Chaos: The Bloody Rise of the Satanic Metal Underground, en el que sostiene que existi un crculo de autnticos satanistas en el movimiento noruego, aunque seala que tambin muchos de los actos de quema de iglesias y profanacin de tumbas fueron formas de reivindicacin de la religin de satr y su dios Odn, cultos escandinavos originarios extirpados con la llegada del cristianismo.

El movimiento terrorista de black metal en Noruega, que dur poco ms de dos aos, fue el primero que propona, aunque de forma difusa, una base ideolgica y filosfica. Heinz Wuttig es un msico peruano de la banda de doom metal Nocturno (aunque ha tocado antes en el proyecto de black metal Nahual), y tambin un satanista confeso. Para Wuttig, el satanismo como filosofa tiene una conexin con el metal un poco conflictiva. Sostiene: Yo empec a escuchar metal a los nueve aos. Funcion como un detonante, pues luego empec a estudiar aspectos ms serios del satanismo. Creo que depende de uno llevar a esto a un nivel ms serio, o quedarse solo con lo marketero. Yo creo que la mayora de bandas metaleras la han tomado de esta ltima forma.

A pesar de que en la actualidad hay bandas que difunden una filosofa satanista (que es un conjunto de ideas que bebe de lecturas de Nietzsche, mezcladas con una visin epicrea de la existencia, un culto al pensamiento individual y toques de misticismo ocultista), no dejan de ser espectaculares sus puestas en escena, con maquillaje funreo, brazaletes con pas, sangre artificial y pirotecnia. Esto, sin embargo, no ha generado un arraigo masivo, pues los adherentes al satanismo son una presencia minscula dentro del metal y el juego con lo demoniaco no deja de ser mayoritariamente una forma divertida infantil, si se quiere de rebelda. Los msicos idelogos no pueden controlar el consumo que le d el fan a su msica, lo que permite mantener lo que muchos pueden valorar como una sensatez moral dentro del movimiento.

En la unin resistiremos

No es fcil definir la mstica metalera. Hay un apego a lo underground que se hace patente cuando una banda deja el circuito marginal y es asimilada por el gran pblico. Metallica, la principal fundadora del subgnero ochentero del thrash metal y sin duda la banda ms importante en la historia en trminos de impacto cultural global, es emblemtica en esto. Legiones la adoraban hasta que lleg al mainstream, de ah devino el repudio por haberse vendido al sistema. Charlie Parra, guitarrista de M.A.S.A.C.R.E. y probablemente el msico de metal ms reconocido en nuestro medio, sostiene: Es el pleito de toda la vida del underground contra el mainstream, pero es extrao porque un metalero puede ver una banda tocar en un bar y decir estos tipos deberan estar tocando en un estadio, y cuando los ve en un estadio le llega. Es muy loco.

Con sus altas y bajas, el metal sigue renovando sus cuadros, sacando bandas y discos nuevos con una abundancia que no tiene otro gnero del rock. Si hay algo que llena de orgullo al metalero es la solvencia musical de sus bandas, pues a diferencia de otros ritmos en el metal es imprescindible ser buen msico y no un aficionado para ejecutarlo. Adems, viendo movimientos como el wave o el punk, con los que tuvo diferencias beligerantes en el pasado, la cultura metal es mastodntica y ha probado existir en pases tan improbables como Irn, Arabia Saud o la India, como lo expuso Sammuel Dunn en su documental de 2007 Global Metal, en el que analiz la diseminacin asombrosa en el mundo; un asunto de orgullo que se puede resumir en un verso del clsico Blood Red de Slayer: Thousands of people cannot be wrong, sumum de un movimiento que ha ganado relevancia a pesar del recurrente menosprecio de la sofisticada cultura oficial, o quiz gracias a ella misma.

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