“No a la cuarentena”, “Me declaro en rebeldía”, “Insurgencia popular”, fueron algunas de las frases escritas en carteles que alzaron decenas de ciudadanos en protesta contra el confinamiento obligatorio. Tal y como lo habían anunciado, varias agrupaciones llegaron el último sábado hasta la Plaza San Martín, en el Centro de Lima, para llevar a cabo la denominada marcha “No al toque de quiebra”.
La manifestación, que fue promovida a través de las redes sociales por varios colectivos y hasta candidatos a la presidencia y al Congreso de la República, evidenció la desobediencia a las medidas anunciadas por el presidente Francisco Sagasti para evitar la propagación del coronavirus.
Y es que muchos de los asistentes marcharon sin respetar el distanciamiento físico de al menos dos metros. Incluso, varios acudieron sin portar su mascarilla, la principal aliada para evitar el contagio.
Los protestantes recorrieron la avenida Abancay y pasaron por el Congreso. Luego, en su intento por llegar a Palacio de Gobierno, se enfrentaron con palos y piedras a un contingente policial. Las paredes del Ministerio Público y otros inmuebles del Centro Histórico de Lima fueron pintados con frases en rechazo al actual Gobierno.
Las caras de la protesta
La marcha contra la cuarentena congregó a varias agrupaciones ciudadanas, desde etnocaceristas y miembros de La Resistencia, hasta religiosos y políticos conservadores. Uno de los participantes fue el candidato al Congreso por el partido Unión por el Perú, Ricardo Belmont.
El exalcalde de Lima, desde el monumento del libertador José de San Martín, dio un discurso de más de 20 minutos, cual mitin. Con micro en mano y sin portar el cubrebocas, Belmont pidió a los asistentes marchar por su ‘libertad’. En otras ocasiones, desde la playa Agua Dulce junto a sus seguidores y sin guardar el distanciamiento social, el aspirante a una curul en el Parlamento ya ha mostrado su rechazo al Gobierno de Sagasti.
Otra de las caras presentes fue la de Flor de los Milagros Contreras León, miembro de ‘La Resistencia’, quien recientemente fue detenida por intentar agredir a los policías que le pidieron usar la mascarilla mientras transitaba en la vía pública.
Situación similar protagonizó el 6 de noviembre del 2020 en la Av. Venezuela, en Breña. Asimismo, en diciembre de 2019 la mujer que se muestra en contra de la vacuna fue denunciada por el periodista de investigación Gustavo Gorriti por discriminación. El historial de la mujer de 43 años es aún más amplio.
Tal y como ya lo había dado a conocer este Diario, la convocatoria de la marcha fue compartida en redes por algunos políticos. Entre ellos, figura el candidato presidencial Rafael López Aliaga, del partido Renovación Popular, y sus candidatos al Congreso Yorry Warthon y Frank Krklec. También, el congresista en actividad de Unión por el Perú, Javier Mendoza Marquina. En tanto, la Escuela Nacionalista Túpac Katari, uno de los brazos del etnocacerismo, publicó en su página la convocatoria.
Consecuencias de estas concentraciones
En este momento de la pandemia, en la que el país enfrenta una segunda ola y los casos de contagio diarios crecen sostenidamente, el médico infectólogo y jefe de la Brigada de Epidemiología del Hospital Cayetano Heredia, Carlos Medina Collao, dijo a El Comercio que la realización de movilizaciones resulta contraproducente, ya que en estas no se respeta el distanciamiento social recomendado de por lo menos 1,5 metros. Además, señaló que por más que se lleve a cabo al aire libre se convertirían en focos de contagio.
“Lamentablemente, estos ambientes favorecen la expansión del virus en un momento crítico como el que estamos atravesando. Recuerden que a mayor aglomeración, hay mayor transmisión, mayor cantidad de enfermos y pacientes graves, y, más colapso de hospitales y muertes”, explicó Medina.
Por su parte, la abogada penalista Romy Chang indicó que la marcha contra las restricciones sociales podría traer sanciones penales. Pues no solo se impondrían sanciones administrativas a los asistentes a manifestaciones como la del sábado, sino también, se procedería a identificar y denunciar a los organizadores.
“Ellos son quienes tienen las conductas más graves. Este es un contexto en el que se está poniendo en peligro la vida y la salud de las personas que asisten a este tipo de manifestaciones”, precisó Chang.
Según el artículo 192 del Código Penal, la violación de las medidas sanitarias tiene una posible condena que va desde los seis meses hasta los tres años.
Vale decir que el COVID-19 ha cobrado la vida de 169 personas en las últimas 24 horas en el Perú, y más de 41 mil desde que inició la pandemia, de acuerdo con el Ministerio de Salud (Minsa).
Respuesta a la cuarentena
Por otro lado, ayer, el ministro del Interior, José Elice, aseguró que la ciudadanía ha respondido bien ante las nuevas medidas sanitarias. Esto, luego de hacer un primer balance del inicio de la cuarentena.
“Han sido unas primeras horas relativamente tranquilas. Las intervenciones no han sido tan importantes en número, pero es lo que esperábamos. La ciudadanía está respondiendo a esta cuarentena y a las disposiciones concretas que se han emitido”, expresó.
En tanto, el Comandante General de la PNP, César Cervantes, informó que 4.500 personas no acataron la cuarentena obligatoria y dos mil ciudadanos fueron llevados a los centros de retención temporal.