La designación de Guido Bellido Ugarte como primer ministro trajo a colación —entre otros temas— el nombre de la senderista Edith Lagos Sáez, y, después de que jurara en la Pampa de Ayacucho, se viralizaron comentarios y expresiones en donde el también militante y congresista de Perú Libre reconocía el “legado” de la subversiva.
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“Nuestro mejor homenaje a ti, Edith Lagos”, escribió en su cuenta de Facebook en junio del 2017. Mientras que, el 20 de abril de este año, ratificó su posición y dijo que la frase correspondía a “una expresión, asumiendo el derecho que tiene todo peruano de expresarse”.
“Edith Lagos es una peruana y ha tenido una postura en el proceso de reestructuración de nuestro país, como mucha gente. Esos planteamientos que ella ha tenido ¿son cuestionables?”, expresó en esa misma intervención en Inka Visión del Cusco.
Mientras que en otro momento dijo: “Edith Lagos es una peruana. ¿Ha sido una sanguinaria? Yo no lo sabía. He visto en algunos documentos que ha estado en un momento de conflicto en el país. Ha estado vinculada a Sendero Luminoso, en un proceso que no es como ahora”.
Vale indicar que estas y otras declaraciones fueron motivo para que la Segunda Fiscalía Penal Supraprovincial, inicie una investigación preliminar contra Bellido Ugarte por los delitos contra la tranquilidad pública en la modalidad de apología al terrorismo en agravio del Estado Peruano.
¿Quién fue Edith Lagos?
Lagos Sáez nació en Ayacucho el 7 de noviembre de 1962. A los 17 años se mudó a Lima para estudiar derecho en la universidad San Martín de Porres; sin embargo, dejó la carrera para volver a su tierra natal y sumarse a las filas de Sendero Luminoso.
El 24 de diciembre de 1980, a siete meses de iniciada la lucha armada senderista, fue capturada mientras transitaba por Huamanga, camino a un concurso de baile por navidad. Hasta ese momento se desconocía su rol dentro de la organización terrorista, pero pronto se informó sobre su activa participación en luchas estudiantiles y diferentes atentados violentos en Ayacucho.
Después de su captura, Edith Lagos fue trasladada a Lima y luego retornó a Ayacucho para ser encarcelada en Huamanga. Durante su tiempo de encierro participó en tareas proselitistas junto a Carlota Tello, otra terrorista de Sendero Luminoso. En este periodo también empezó a escribir poemas y obtuvo reconocimientos por sus composiciones, lo que ayudó a crear la imagen de “poeta encarcelada”. Varios informes y recopilaciones periodísticas señalan que esto “cimentaba su leyenda y su recuerdo difuso se expandía como un rumor popular, creando prontamente una imagen idealizada de la joven”.
En marzo de 1982, después de que Sendero Luminoso atacara la cárcel, Lagos Sáez huyó junto con Carlota Tello y más de 70 reos senderistas. El tres de septiembre de ese mismo año, la joven que tenía 20 años fue abatida en un tiroteo en la zona de Umaca.
Informes de la Comisión de la Verdad y Reconciliación señalan que su entierro fue multitudinario con más de 10 mil asistentes, quienes pasearon su cuerpo por la Plaza de Armas de Ayacucho y alrededores. “El cadáver de Edith Lagos llegó a Ayacucho con el aura de esos personajes cuya muerte precoz relativiza su criminalidad y pone de relieve su genérica rebeldía, sin que importe mucho el color político”, se lee en un extracto de los documentos.