Un ciudadano extranjero viajó a Lima para conocer la ciudad. Sin embargo, su estancia se vio opacada por un robo que sufrió en plena vía pública. Ahora, está desesperado por encontrar su celular. Este suceso evidencia hasta qué punto ha llegado la inseguridad ciudadana, ya que el turista está ofreciendo una recompensa al ladrón para que le devuelva su dispositivo.
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La víctima es el estadounidense Koushik Talukder. “Recientemente fui turista en su increíble y maravilloso país, pero tuve una experiencia desafortunada en Lima. Tengo la intención de contactar a la persona en cuestión para resolver el problema”, dijo a El Comercio.
El robo sucedió el 6 de junio del 2024. “Me robaron el móvil directamente de las manos mientras visitaba el centro histórico de Lima. Era el mismo día en que tenía previsto volar de regreso a Estados Unidos. El agresor se dio a la fuga en una motocicleta. Apenas tuve tiempo de presentar una denuncia policial sobre el incidente, y tras hacerlo, salí corriendo para coger el vuelo”, mencionó.
“El 6 de junio, aproximadamente entre las 17:20 y las 17:25, me encontraba parado en la esquina de Jirón Carabaya y Jirón Santa Rosa, esperando para cruzar la calle. Mientras lo hacía, un motociclista pasó a mi lado, redujo la velocidad delante de mí, me arrebató el teléfono de la mano y se alejó rápidamente. No pude ver la matrícula de la motocicleta”, acotó.
La policía de la plaza principal le sugirió que hiciera la denuncia en el aeropuerto del Callao. Esto se debía a que tenía que tomar un vuelo a casa esa misma noche. Los oficiales le pidieron un taxi para que lo llevara al aeropuerto, donde finalmente hizo la denuncia.
Koushik tiene el objetivo de que la persona que actualmente tiene el teléfono le traslade sus datos al almacenamiento de la nube. Asimismo, sostuvo que está dispuesto a ofrecer una recompensa. “Por favor, que se ponga en contacto conmigo. No soy la policía. Soy simplemente un tipo sencillo cuya experiencia en Perú se limita a dos cortas semanas de ver la hermosa cultura, lugares, personas y esplendor natural de este país”, comentó.
El teléfono en cuestión es un Samsung Galaxy S24 Ultra, la parte posterior es de color naranja y los bordes de dorado. “Puede hacerme una videollamada, mediante WhatsApp o Zoom, donde podrán demostrarme que tienen el dispositivo correcto con mis datos intactos. De esa manera, le enviaré su recompensa una vez completada la transferencia de datos”, mencionó.
“La información más valiosa en el teléfono consiste en las fotografías de mi familia junta y las imágenes de momentos únicos y la belleza de la naturaleza que capturé durante nuestra visita. Cada año en la vida de nuestros hijos es único y nunca volverá, y con las exigencias de la vida diaria en los EE.UU. es raro que tengamos tanto tiempo”, sostuvo.
Análisis
El experto en seguridad ciudadana Frank Casas explicó a El Comercio que el caso del turista pone al país en una mala imagen ante la comunidad internacional, como un lugar que no puede brindar seguridad a sus visitantes. “Es probable que el interés de esta persona que ha sido víctima de robo se deba no solo al celular, sino a lo que hay dentro, como la información financiera o fotográfica”, dijo.
El experto agregó que hay una necesidad de repensar las políticas de seguridad para reparar los daños que implican este tipo de delitos. “Está bien prevenirlos, pero pocas veces pensamos en cómo vamos a subsanar cuando alguien ha sido víctima de un delito. La efectividad de las denuncias policiales para la recuperación de los celulares es muy baja. Solo cerca del 7% de los celulares reportados como robados son recuperados”, mencionó.
“Esto solo genera que las personas vayan reduciendo su interés en denunciar estos delitos. De acuerdo con el INEI, solo el 16% de las personas que han sufrido robos lo denuncian, demostrando la desconfianza que tienen ante las autoridades. El hecho de que el turista esté ofreciendo una recompensa es un poco riesgoso porque no sabemos quién es la persona que ha sustraído su teléfono, por lo que podría ponerse en una situación de riesgo, como una posible extorsión”, agregó.
Casas indicó que las probabilidades de recuperar el dispositivo son muy bajas, debido a la alta demanda que existe en el mercado negro de celulares robados. “Luego de sustraer el bien, el ladrón lo lleva hacia una persona que lo desbloquee, para que este pueda ser usado. Es recomendable que los turistas no tengan el celular vinculado a sus cuentas bancarias, además de mantenerse siempre en grupo y no mostrar su dispositivo en la vía pública”, expresó.
Por su parte, el licenciado en criminología por la Universidad de Texas A&M-Texarkana y fundador de la Consultora Nacional de Criminología, Sebastián Flores Martín, indicó que los turistas extranjeros suelen estar acostumbrados a otro contexto social. “No es que en Estados Unidos no haya crimen, pero el tipo de robo al paso es muy escaso, usualmente solo se da en ciudades grandes y no con tanta frecuencia como en Lima. Por ende, no están con la guardia en alto como lo solemos estar los peruanos, de esa manera se vuelven blancos de los delincuentes porque no toman las medidas de precaución que un peruano que ya conoce la realidad. Eso los vuelve blancos fáciles”, dijo.
“Esta situación no solo afecta al turista, sino a nosotros como país, se nos ve como un lugar inseguro y con altos índices de delincuencia. Esto impacta al turismo y a la economía. La tasa de efectividad de denuncias policiales no es muy alta. La víctima debe tener mucho cuidado con la recompensa que está ofreciendo, puede que termine exponiendo más datos de él que lo perjudique más que el robo mismo”, agregó.
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