Alice Munro necesitaría un viaje de un día entero para cruzar el Atlántico y acudir desde su país, Canadá, hasta la capital sueca para recoger este martes el prestigioso galardón, algo que no le permite su estado a sus 82 años.
Por eso, cuando el rey de Suecia entregue los premios Nobel en Estocolmo, será su hija Jenny quien lo recoja en su nombre. Simplemente su salud no se lo permite, había anunciado ya el secretario permanente de la Academia Sueca, Peter Englund, poco después de dar a conocer el nombre de la ganadora.
LA EDAD DE UN NOBEL No es la primera vez que un galardonado no puede acudir a recoger personalmente la medalla y el diploma Nobel por motivos de salud, ya que no pocas veces la Academia espera mucho antes de conceder el Nobel. Para cuando se decida a dárselo a eternos candidatos, como el estadounidense Philip Roth, habrá alguno que incluso ya ha dejado de escribir.
Y Munro no parece lejos de ello. Cuando la canadiense supo en octubre que había ganado el premio dijo al dijo National Post: Probablemente ya no escriba más.
La Academia sabe que en el pasado cometió errores, dice el editor sueco Svante Weyler. Y casi siempre se deben a que premió a escritores demasiado temprano. Por eso con frecuencia reconoce solo a escritores cuando tienen tras de si una carrera sólida, y normalmente es el caso de hombres o mujeres mayores.
Los Nobel de Literatura tienen una media de 65 años cuando reciben el trofeo, algo que superó y mucho la escritora británica Doris Lessing, que fue galardonada en 2007 a los 88 años. Tampoco pudo acudir a celebrarlo con los reyes suecos Carlos Gustavo y Silvia en Estocolmo, por motivos de salud y de edad.