RODRIGO BEDOYA FORNO

Nadie entiende muy bien la pasión de Jacky (Michaël Youn ). Pero a él no le importa: cocina como si la vida se le fuera en cada plato. No importa que lo boten del trabajo, que se lleve mal con sus jefes, que nadie lo aguante: su pasión por hacer el platillo perfecto puede más que cualquier cosa.

Pero un día se encuentra con Alexandre Lagarde (Jean Reno ), uno de los grandes chefs franceses. Su imperio tambalea: le quieren quitar el control de su franquicia en un mundo en el que la gente ya no aprecia tanto lo que implica crear un plato de comida, y donde la cocina molecular está de moda. Por eso, Jacky y Alexandre se necesitan. Porque la buena cocina tradicional no puede morir.

Si bien El chef es una comedia francesa, lo tiene todo para resonar en el Perú. Ahora que vivimos una efervescencia gastronómica, bien vale la pena ver esta cinta, que se estrena el jueves. Y después, meterse al restaurante más cercano.

Buscaba hacer una comedia a la antigua, como las había hace unos treinta años”, explica Daniel Cohen, el director del filme, quien conversó en exclusiva con El Comercio. Quería hacer una película con un dúo cómico divertido, con alguien serio y otro que viene a perturbarlo. Comencé a pensar en qué medio podía desarrollar la historia, y encontré que el mundo de la gastronomía francesa era una buena idea, porque no se veía hace un tiempo en el cine. Y ahora está muy de moda, así que hay mucha comedia por hacer ahí, añade.

LA PAREJA DISPAREJA Jacky y Alexandre: el entusiasmo del primero contrarresta con la seriedad y megalomanía del segundo. Y Michaël Youn (uno de los actores cómicos franceses más importantes de los últimos años) y Jean Reno parecen hechos para interpretar a los personajes.

Me gusta escribir sin pensar en quién podría interpretar tal rol, comenta Cohen, también guionista de la cinta. Pero la idea de Jean Reno llegó muy rápido: quién mejor que él para hacer de un chef prestigioso y reconocido mundialmente. Hacía mucho tiempo que quería trabajar con Youn, así que estuve muy contento de que ambos aceptaran, complementa.

Tuve una gran suerte, porque los dos se entendieron muy rápido”, continúa el cineasta. “Se volvieron amigos en la vida real y había una complicidad entre los dos que se hizo muy evidente, y eso fue un plus para la película. Esa complicidad saltaba a la vista.

Cohen se mantuvo en una tradición muy cara al teatro clásico francés, pero que después derivó en grandes productos venidos de todas partes, Hollywood incluido: la pareja dispareja o ‘buddy movie’. Yo he sido actor de teatro, y después director de obras, y he trabajado en comedia, como el Don Juan de Molière). Ahí hay un personaje serio y otro que viene a molestarlo. Ese juego de roles es muy eficaz, y he tratado de reproducir su espíritu, añade.

Para el cineasta, más allá de que la cinta ocurra en París , hay algo que la universaliza: se trata de una historia sobre la pasión de crear. Y la cocina es la creación más simple, a la que volvemos una vez al día como mínimo. Todos, con cuatro ingredientes, podemos inventar algo. Y debe de ser divertido, para alguien que no es francés, ver París y todas las ideas que uno se hace sobre una gastronomía como la francesa, y más aun en un país con una gran cocina como el Perú, comenta.

El chef se ríe de la gastronomía con cariño. Por algo comedia y comida suenan parecido. Y suenan tan bien.

HABLA DANIEL COHEN SOBRE COMEDIA Y DRAMA “Creo que es más difícil escribir una comedia. Hay una mecánica en la comedia: hay algo rítmico, que tiene que ver con describir defectos humanos y hacer reír con ellos contando una historia”.

UN ACTOR QUE PASÓ A DIRIGIR Cuando escribo guiones, me da la impresión de no ser un guionista, sino un actor que escribe historias y personajes, y eso me gusta. Haber sido actor ayuda a comprender a los actores y a ser como ellos al dirigirlos. Creo que es una gran ventaja al dirigir, ayuda a hacerse entender.