Quería escribir sobre Billie Eilish y lo lindo que cantó en la ceremonia de los Premios Oscar 2022, la importancia del premio a Troy Kotsur por “CODA”, el error de poner música de Marc Anthony tras la victoria de “Encanto” o incluso de la broma de incesto que dijo Amy Schumer sobre los hermanos Gyllenhaal. Pero todo eso se acabó cuando Will Smith se paró de su asiento, caminó hacia el estrado, y le torció la cara de un bofetón a Chris Rock frente a millones de personas. “What The F*ck Just Happened With Will Smith and Chris Rock?”, se preguntó Rolling Stone en el que, posiblemente, sea el mejor titular que dejó la noche.
Si tomamos la entrega del Oscar como una historia clásica de Hollywood, la cachetada sería el punto de giro, donde la trama, que parece dirigirse a un lado, modifica el rumbo. Por más que la ceremonia haya tenido hasta ese instante situaciones memorables, estábamos ante algo más bien blando para las audiencias ávidas de emoción. La Academia, que entrega el premio, lo sabe bien; de ahí que haya hecho cambios a la ceremonia para ya no perder más espectadores, aunque ello la enfrentase a su propia gente.
Pero ni el show de Beyoncé o la coreografía de “Encanto” serán recordados con el mismo afán a comparación del sopapo (en un principio fue confundido con puñetazo), que, por lo súbito y contundente, hizo dudar de su autenticidad. Eso parecía por la sonrisa inicial de Smith, que luego se transformó en mueca de ira cuando, ya sentado en su lugar, le gritó dos veces a Rock que no se atreva a mencionar nuevamente el nombre de su esposa con su “maldita boca”. Como si se tratara de una película, este problema tiene su “precuela”, allá por el 2016, cuando Rock se burló de la campaña anti Oscars de la actriz.
Lo ocurrido ha tenido, y tendrá, efectos distintos en múltiples grupos. Como prensa, mientras escribo estas líneas la madrugada del lunes, veo las altas cifras de visitas al artículo que publicamos originalmente, el primero de varios y por el cual este texto tiene un título con tantas “palabras clave”. En oposición, esto no es nada ideal para quienes, se supone, son el objetivo principal de la noche: talentos que, frente o detrás de la cámara, crean historias para la pantalla grande.
Chris Rock arruinó el Oscar al hacer una broma pesada sobre Jada Pinkett-Smith, burlándose de la alopecia o pérdida de cabello que padece, lo cual desencadenó el guantazo (se me acaban los sinónimos); pero Will Smith, con su acción, no demostró estar hecho de un material más noble que su contrincante. Ahora mismo se habla en redes de estos dos hombres cuando la más perjudicada es Jada Pinkett-Smith; única con derecho a decir algo, cualquier cosa, de un asunto médico. SU asunto médico.
Una vez ocurrido el golpe, tras el cual Denzel Washington y Tyler Perry consolaron a un alterado Smith, era imposible concentrarse en la ceremonia. Billie Eilish y su hermano Finneas se llevaron el Oscar a Mejor canción original por “No Time to Die”, Jane Campion se convirtió en la tercera mujer en la historia en ganar el premio a Mejor dirección por “The Power of the Dog” (la noticia trascendental de la noche); pero las ondas generadas por el lapo seguían presentes. Ni siquiera Anthony Hopkins estuvo ajeno a ello, pidiendo “paz” y recibiendo aplausos a cambio. Pero recordemos una cosa: las historias de Hollywood tienen más de un punto de giro. Aún faltaba anunciar el premio a Mejor actor principal.
El ganador fue Will Smith, que, si bien al llevarse esta estatuilla no borra la agresión cometida, protagoniza una narrativa única, de esas que parecen sacadas de las epopeyas griegas: El héroe imperfecto se ve premiado por los dioses, en este caso la Academia, luego de una travesía de años. Esta es la tercera nominación de Smith al premio, quien ya lo había cortejado por “Ali” (2001) y “The Pursuit of Happyness” (2006). Con la estatuilla en la mano, el actor da un discurso donde hace referencias someras, aunque románticas, a su acto violento, pero premeditado; y se disculpa no con Rock, sino con la Academia. “Yo quiero ser un depósito de amor”, dijo entre otras cosas que contrastan con sus acciones. Horas después, la Academia emitió un comunicado donde condena todo tipo de violencia. Por su parte, Chris Rock no presentará cargos ante las autoridades.
Es casi seguro que la ceremonia habrá tenido un incremento en audiencias, también que los chistes abundarán en redes sociales. Lo que sea para aprovechar la noticia. Aquí el humor parece ser la salida a una situación donde todos han perdido (la Academia, el talento, el espectador) y hay tantos mensajes difundiéndose al mismo tiempo (la posible relación cienciológica en el discurso de Smith, la toxicidad masculina, la falta de respeto a una condición médica; etc); que parece no importar qué es lo que ocurre, ni cómo se narre, sino cuántos memes van a quedar al final del día. Y eso, en completa oposición al Hollywood que tanto ama la Academia, no es un final feliz.
OSCAR 2022
Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas
Se supone rinde honor al cine, pero al parecer Will Smith no recibió el memo.
Protagonistas: Will Smith, Jada Pinkett-Smith y Chris Rock. Reparto: Denzel Washington y Tyler Perry.
¡También cantaron Billie Eilish y Beyoncé!
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