“El gordo y la flaca” es uno de los programas de habla hispana más populares y por el cual los conductores Lili Estefan y Raúl de Molina se ganaron el cariño del público. Precisamente, el presentador cubano cumplió 63 años y muchos de sus seguidores y compañeros recordaron cómo se veía de niño.
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El artista, nacido en Cuba en 1959, fue hijo de uno de los tantos presos políticos del régimen de Fidel Castro, por lo que su familia emigró a Miami, Estados Unidos, donde Raúl se hizo de una carrera de la mano de Univisión (actualmente TelevisaUnivisión).
Desde su primera edición, el 21 de septiembre de 1998, De Molina y su compañera Lili Estefan han llegado a toda Latinoamérica con su estilo único, donde él representa la parte irreverente del programa, mientras que ella lo complementa siendo un poco más recatada.
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¿CÓMO ERA RAÚL DE MOLINA DE NIÑO?
A pesar de tener una carrera exitosa en Miami, el conductor cubano se ha mostrado orgulloso de sus orígenes y en más de una ocasión ha compartido imágenes de su infancia tanto en La Habana como en Estados Unidos tras emigrar con su familia.
En estas imágenes, el conductor reflexiona y le rinde homenaje a las personas que lo acompañaron, principalmente a su madre.
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“Siempre recordando a mi mamá María, que nunca la olvidaré y siempre estuvo guiándome a mi lado”, junto a la foto de su madre.
En otra publicación del pasado 8 de marzo, el presentador dedicó un saludo especial a su mamá con otra fotografía de su infancia. “En el Día Internacional de la Mujer honró a todas las mujeres del mundo y a mi madre María que me dio todo en la vida”, compartió.
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RAÚL DE MOLINA INGRESA A CENTRO DE REHABILITACIÓN PARA BAJAR DE PESO
El conductor de Telemundo reveló que viene luchando contra su aumento de peso, el cual, si bien ha sido su marca personal, podría traer complicaciones para su salud. Afortunadamente, el esfuerzo trajo sus frutos.
“Me preocupaba no tener buen aspecto. Estaba preocupado porque no quería ser tan pesado. Fue entonces cuando fui al centro. Después de dejar el centro, seguí perdiendo peso. Y cuando subí a la báscula la próxima vez, había bajado 43 libras (19 kilos)”, indicó.
Sin embargo, y a pesar de su progreso en su empresa por disminuir de peso, De Molina sigue siendo gran aficionado de los restaurantes y de compartir sus experiencias, tal como lo demuestran sus publicaciones en redes sociales.