Esta es una imagen referencial de un hombre a punto de ser atacado por un tiburón. (Foto: Xandra Iryna / Pixabay)
Esta es una imagen referencial de un hombre a punto de ser atacado por un tiburón. (Foto: Xandra Iryna / Pixabay)
Redacción Mag

En 1968, Frank Logan vivió un episodio que nunca olvidará. Él se encontraba en Bodega Rock, una isla ubicada en el condado de Sonoma (California, Estados Unidos). Tenía 25 años de edad. En dicho lugar, fue atacado por un tiburón. Afortunadamente, sobrevivió fingiendo que había muerto. Su impresionante historia fue dada a conocer en las y ahora mismo te la contaremos.

Se animó a bucear sin imaginar lo que pasaría después

De acuerdo a , en aquel entonces, el hombre optó por bucear. Estaba equipado con un esnórquel y un traje de neopreno negro. Él, junto con sus amigos Floyd Blanchard y Bill Posten, buscaba caracoles marinos y abulones.

Todo iba bien hasta que apareció un tiburón y le mordió el torso para luego arrastrarlo 16 pies a través del océano. “Sentí que algo descendía sobre mis piernas como un tornillo de banco gigante y luego un dolor aplastante en la espalda y el pecho”, contó Frank Logan, según la citada fuente.

Fingir su muerte le permitió sobrevivir

El escualo lo sacudió violentamente. El hombre, en vez de luchar por liberarse, decidió fingir que había muerto. Es así como el animal eventualmente lo liberó y se alejó nadando. Tras ello, Frank fue llevado a un hospital cercano por sus amigos.

Ahí es donde recibió más de 200 puntos para reparar sus heridas abiertas, pues había recibido 18 pinchazos de dientes separados en una media luna de 20 pulgadas en la parte media de su cuerpo. Debido al tamaño de las marcas de mordeduras, los expertos dedujeron que el tiburón que lo atacó medía unos 13 pies de largo. En las redes sociales, no se deja de hablar sobre la experiencia que le tocó vivir a Frank Logan.

¿Qué es lo mejor que se puede hacer en un ataque de tiburón?

  • No entrar en pánico.
  • Mantener el contacto visual.
  • Mantente grande... o hazte pequeño.
  • No te hagas el muerto.
  • Corta los ángulos de visión del tiburón.
  • Retrocede lentamente.

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