
Aunque muchas personas asocian el mal olor corporal con el sudor, la comida también puede tener un impacto importante. Según los expertos, ciertos alimentos influyen más que otros, pero es posible reducir sus efectos con algunos cambios en la dieta.
“Algunos alimentos afectan más el olor corporal que otros”, explicó la dietista Erin Palinski-Wade, radicada en Nueva Jersey, al medio Fox News Digital, señalando que el olor del cuerpo está relacionado con las bacterias en la piel y cómo estas descomponen el sudor.
Uno de los alimentos más notorios es el pescado: aunque su olor es fácilmente reconocible, en casos muy raros el cuerpo puede transformar un componente del pescado, la colina, en un compuesto llamado trimetilamina, que huele a pescado y se libera a través del aliento y la piel.

Este trastorno se llama trimetilaminuria y, quienes lo padecen, también pueden oler a pescado después de consumir otros alimentos como frijoles, brócoli, coliflor, maní o productos de soya; no obstante, la Clínica Cleveland aclara que esta condición es extremadamente rara y que la mayoría de las personas puede comer pescado sin problema.
Otros alimentos saludables, como los vegetales crucíferos (brócoli, col, coliflor, coles de Bruselas), también pueden causar olores fuertes debido a los ácidos sulfurosos que liberan y que se intensifican con el sudor o la respiración.
Los alimentos picantes también pueden contribuir al mal olor. “Algunas especias elevan el olor corporal debido a sus compuestos con azufre y otros metabolitos específicos”, indicó Palinski-Wade.

Especias como el curry o el comino contienen compuestos volátiles que se absorben en la sangre y se liberan a través del sudor, generando un aroma particular.
Por otro lado, comer grandes cantidades de carne roja puede provocar un olor más fuerte, ya que ciertas proteínas inodoras en el sudor reaccionan con las bacterias de la piel.
Es importante destacar que no todas las personas reaccionan igual ante los mismos alimentos, ya que factores genéticos también influyen en la intensidad y el tipo de olor corporal; sin embargo, Palinski-Wade asegura que modificar la dieta puede marcar la diferencia. “Reducir alimentos ricos en azufre, disminuir la carne roja o evitar comidas muy picantes, además de tomar más agua y comer frutas y verduras, puede ayudar”, recomendó.

Alimentos como las manzanas, los vegetales de hoja verde, el yogur o el té verde pueden neutralizar los compuestos que causan mal olor y mejorar la flora intestinal.
Por último, mantener una buena higiene es esencial para controlar el olor corporal. Bañarse regularmente, usar jabones antibacterianos y ropa que permita respirar a la piel son medidas muy efectivas.
“Estar bien hidratado y cuidar la salud metabólica —durmiendo bien, reduciendo el estrés y haciendo ejercicio— también puede ayudar a reducir los olores desagradables”, concluyó Palinski-Wade.
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