La pareja se conoció por amigos en común, se casaron hace dos años y estaban ahorrando para comprar una casa (Foto: FB de Bradley Bartell)
La pareja se conoció por amigos en común, se casaron hace dos años y estaban ahorrando para comprar una casa (Foto: FB de Bradley Bartell)
Enzo Mori

tenían una vida sencilla y feliz en Wisconsin, Estados Unidos. Su historia de amor comenzó de manera casual, gracias a amigos en común que los presentaron en una reunión. Después de su primera cita supieron que estaban destinados a estar juntos. Dos años después se casaron y comenzaron a ahorrar para comprar una casa y formar una familia. Camila ya cuidaba al hijo de Bartell, de 12 años, como si fuera suyo. La vida parecía ir por buen camino, hasta que un encuentro inesperado en el aeropuerto cambió sus vidas para siempre.

Todo ocurrió cuando regresaban de su luna de miel en Puerto Rico. En el aeropuerto, un detuvo a Camila y le hizo una pregunta directa: “¿Es usted ciudadana estadounidense?” Camila respondió con sinceridad que no, que era peruana, aunque estaba en proceso de obtener la residencia legal en Estados Unidos a través de su matrimonio con Bartell. Pero eso no fue suficiente para evitar que fuera detenida.

Bradley Bartell y su esposa peruana Camila Muñoz (Foto: FB de Bradley Bartell)
Bradley Bartell y su esposa peruana Camila Muñoz (Foto: FB de Bradley Bartell)

SE ARREPINTIÓ DE VOTAR POR DONALD TRUMP

Para Bartell, esta situación ha sido una dura lección sobre las consecuencias de las políticas que apoyó. Como millones de otros estadounidenses, votó por Donald Trump impulsado por la promesa de combatir a los “inmigrantes ilegales delincuentes”.

Sin embargo, nunca imaginó que las medidas afectarían a personas como Camila, que había llegado legalmente al país con una visa de trabajo, había trabajado honestamente y estaba en proceso de obtener su tarjeta de residencia. “Sabía que estaban tomando medidas drásticas. Pero nunca pensé que esto afectaría a mi esposa”, señaló Bartell.

Camila llegó a Estados Unidos en 2019 con una visa de trabajo y estudio. Después de la pandemia, las restricciones de viaje y el cierre de fronteras la obligaron a quedarse en Wisconsin más tiempo del permitido por su visa. Sin embargo, había trabajado legalmente, pagado impuestos y presentado todos los documentos necesarios para regularizar su situación. La historia de Camila no es la de una persona que cruzó ilegalmente la frontera, sino la de alguien que intentaba seguir las reglas, pero quedó atrapada en el limbo legal de las políticas migratorias.

El arresto de Camila dejó a Bartell devastado. Pasaron varios días antes de que lograra encontrarla en el sistema de detención de ICE. Finalmente, descubrió que había sido trasladada a un centro de detención en Luisiana, donde compartía una celda con otras 80 mujeres. El costo para los contribuyentes por detener a un inmigrante es de aproximadamente US$282 por día, pero para Bartell y Camila, el costo emocional ha sido incalculable.

Bradley Bartell y Camila Muñoz tuvieron una historia de amor familiar en un pequeño pueblo, antes de chocar con la política de inmigración (Foto: FB de Bradley Bartell)
Bradley Bartell y Camila Muñoz tuvieron una historia de amor familiar en un pequeño pueblo, antes de chocar con la política de inmigración (Foto: FB de Bradley Bartell)

MÁS CASOS COMO EL DE CAMILA

En los últimos meses, las políticas de inmigración en Estados Unidos se han endurecido drásticamente. La administración de Donald Trump ha ampliado su campaña de deportación para incluir no solo a inmigrantes indocumentados con antecedentes penales, sino también a aquellos que están en proceso de regularizar su situación migratoria. Incluso los inmigrantes casados con ciudadanos estadounidenses, como Camila, han sido detenidos en aeropuertos y puntos de control.

Según , casos como el de Camila se están volviendo cada vez más comunes. Mujeres que han vivido en Estados Unidos por más de 30 años, personas con residencia legal y otras que están comprometidas o casadas con ciudadanos estadounidenses están siendo detenidas sin antecedentes penales. La detención en los aeropuertos de Puerto Rico y las Islas Vírgenes a mediados de febrero refleja la nueva realidad de la política migratoria: nadie está a salvo si no tiene la ciudadanía o una residencia permanente aprobada.

A pesar de la incertidumbre, Bartell y Camila siguen luchando por mantenerse unidos. Se comunican a través de llamadas de 20 centavos por minuto y Bartell hace todo lo posible para apoyar emocionalmente a su esposa desde la distancia. Camila se preocupa por el hijo de Bartell y por cómo esta situación podría afectar su vida. El amor que comparten es fuerte, pero el peso de la política migratoria amenaza con separarlos.

SOBRE EL AUTOR

Periodista con experiencia en redacción y creación de contenido digital. Soy licenciado de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Trabajé en medios de comunicación y agencias de marketing. Experiencia también como fotógrafo en campos deportivos.