Como una escena de una película de terror, Michelle Lespron regresó a su hogar en Tucson, Arizona, y descubrió que una serpiente había acampado en su baño.
“Había estado fuera durante cuatro días y estaba ansioso por usar mi propio baño en paz. Levanté la tapa y él o ella estaba acurrucado”, dijo Lespron a The Associated Press. “Gracias a Dios que la tapa estaba cerrada”.
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El incidente tuvo lugar el 15 de julio. Sin embargo, desde que Rattlesnake Solutions, la empresa de Phoenix que retiró la serpiente, publicó recientemente el video de un empleado, Lespron ha recibido una avalancha de mensajes de familiares, amigos e incluso de personas con las que estudió en el instituto.
El video de 20 segundos muestra a la serpiente siendo sacada de la taza del inodoro y luego silbando directamente a la cámara. “Todo el mundo tiene la misma reacción: Dios mío, esa es mi peor pesadilla”, dijo.
Otras personas pensaron que era un video de broma y que la serpiente era un accesorio. “Incluso mi socio legal dijo ‘Ja, ja. Buen chiste’”, dijo Lespron, un abogado de lesiones personales.
Lespron dice que su padre trató de atrapar a la serpiente esa misma noche, pero se escapó. Así que llamó a Rattlesnake Solutions a la mañana siguiente.
AYUDA DE EXPERTOS
El guía, a quien Lespron llama “mi héroe”, necesitó tres intentos para agarrar con firmeza a la serpiente látigo negra y rosa. Pudo luchar contra la serpiente con una mano mientras capturaba todo en su teléfono celular con la otra.
El manipulador luego liberó a la serpiente, que medía entre 3 pies y 4 pies de largo, en un hábitat natural en otro lugar.
Bryan Hughes, propietario de Rattlesnake Solutions, dijo que no era la primera vez que su personal veía una serpiente látigo en una casa, aunque es raro encontrar reptiles en las residencias. “Somos llamados a atrapar una o dos serpientes en los baños cada año, y es muy poco común”, escribió Rattlesnake Solutions en su página de Facebook.
Afortunadamente para Lespron, la especie no es venenosa. Aún así, ella no estaba corriendo riesgos.
Después de su encuentro con los reptiles, Lespron usó su baño de invitados durante tres semanas antes de sentirse lo suficientemente cómoda como para volver al suyo. Y ya no entra al baño en la oscuridad, y siempre levanta la tapa muy lentamente.
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