Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. Evelyn Kottman quiso celebrar el haber pasado la barrera de los 100 años cometiendo una serie de locuras en la popular ciudad del pecado.
Varias apuestas, copas y cigarros después, Kottman, en compañía de su nieto, se grabó un recuerdo indeleble de la travesía: se tatuó un pequeño y coqueto corazón rojo en el hombro derecho.
Su joven cómplice lo compartió en su perfil de Facebook, por lo que las celebraciones de esta extrovertida anciana se difundieron en la prensa.
No solo lo pasado fue mejor. El cumpleaños número 103 de Evelyn se caracterizó por la frase la vida es una sola, así que hay que aprovecharla. Por eso, no dudo en tener sendas cenas con sus platos preferidos, en su mayoría a base de cangrejo. y tomarse varias fotos haciendo poses divertidas como gangsta o junto a su compinche de una juerga loca, su querido nieto.