Pocos dudan de que el presidente Barack Obama se prepara para una acción militar encabezada por Estados Unidos contra Siria, en represalia por lo que Washington y sus aliados dicen fue un ataque letal con armas químicas contra civiles perpetrado por el Gobierno Sirio. El problema es encontrar el momento adecuado para lanzarlo.

Hacerlo hoy representaría una incómoda yuxtaposición de temas. Obama se encuentra rindiendo homenaje a Martin Luther King Jr en el quincuagésimo aniversario del discurso Yo tengo un sueño del líder de los derechos civiles.

Mañana también es problemático, pues se prevé que el primer ministro británico David Cameron convoque una reunión de emergencia del Parlamento, donde se espera que los legisladores voten una moción que despeje el camino para que el Reino Unido responda al presunto ataque con armas químicas.

El martes 3 Obama se embarca en un viaje al extranjero que lo llevará lejos de la Casa Blanca durante la mayor parte de la semana.

Para agravar la presión, algunos legisladores y aliados instan a Obama a que proceda lentamente y busque la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, mientras que otros le imploran al presidente que actúe con rapidez y decisión.

LA GIRA POR SUECIA Y RUSIA Obama viajará el martes a Estocolmo en su primera visita como presidente a Suecia, nación que ha sostenido una posición de neutralidad en los conflictos internacionales desde hace unos 200 años.

Dos días más tarde, se dirigirá a San Petersburgo, Rusia, para la cumbre económica del grupo de las 20 principales economías del mundo, donde coincidirá con importantes líderes extranjeros. Un foro destinado a centrarse en temas como la evasión fiscal y la política monetaria podría verse eclipsado fácilmente por una incursión militar en un lugar candente de Medio Oriente que involucraría a Estados Unidos y potencialmente otras naciones del G-20.

Además, Rusia, el anfitrión de la cumbre, apoya firmemente al presidente sirio Bashar al Assad y sería uno de los oponentes más expresivos de un ataque militar.

Una incursión encabezada por Estados Unidos contra las fuerzas de Assad mientras los líderes mundiales se reúnen en Rusia sería una vergüenza para el Kremlin, y asestaría un nuevo golpe a las inestables relaciones entre Moscú y Washington.

DETALLES DE LA PROBABLE INCURSIÓN Funcionarios estadounidenses sostienen que la respuesta más probable implicaría ataques con misiles crucero lanzados desde el mar contra objetivos militares sirios. Consideraciones logísticas y militares también podrían influir. Expertos militares y funcionarios dijeron que los ataques probablemente ocurrirían durante la noche, una estrategia que ayudaría a minimizar las bajas civiles.

Washington también puede tratar de esperar hasta que el equipo de la ONU en Siria que investiga las denuncias de armas químicas, abandone el país. El equipo tiene previsto salir de Siria dentro de una semana.