Bradley Manning, el soldado que utilizó un CD regrabable rotulado con el nombre de la cantante Lady Gaga para descargar secretos estadounidenses y entregarlos a Wikileaks, fue dado de baja hoy tras ser condenado a 35 años de prisión, aunque por ahora lo que sigue rodeado de misterio es su personalidad.
Manning fue retratado por la parte acusadora como un ser egoísta y temerario y algunos testigos del caso se refirieron a él como un hombre “deprimido”, “ansioso” y “sujeto a crisis de pánico.
Incluso funcionarios de la cárcel de Quantico, donde el ex soldado estuvo detenido durante nueve meses, describieron momentos en los que Manning lamía los barrotes de su celda o se golpeaba la cabeza con las manos mientras lloraba, con lo que justificaron el tenerlo en un régimen aplicado a potenciales suicidas que incluye no usar ropa alguna.
La imagen que la fiscalía intentó dar de Manning encontró también eco en las declaraciones de personas que describieron su mutismo, su sonambulismo y su pérdida de referencias sexuales.
Durante el juicio, la defensa de Manning interrogó al sargento retirado Paul Adkins tratando de demostrar que la cadena de mando había fallado ante supuestas señales que evidenciaban la inestabilidad del informante de Wikileaks. Adkins, a quien las revelaciones costaron su cargo como superior del soldado, reveló que no informó a sus superiores que Manning le envió por correo electrónico una fotografía con el asunto “Mi problema”, imagen en la que aparecía vestido de mujer.
David Coombs, su abogado, asegura que el proceso de definición de la orientación sexual del soldado le causó gran estrés y utilizó este argumento como atenuante en el juicio.
El abogado lo definió como un joven, ingenuo y bien intencionado, que fue impactado por lo que vio en Iraq y que aspiraba a ir a la universidad, trabajar en el servicio público y tal vez, algún día, ser candidato a algún cargo público, porque quería “cambiar al mundo.
¿Qué es lo que Bradley Manning reveló a Wikileaks