El ministro de Justicia de Brasil afirmó que las actividades de espionaje de su país son completamente diferentes a las que realiza Estados Unidos.
José Eduardo Cardoso dijo que los agentes brasileños de los que se informó que habían seguido y fotografiado a diplomáticos rusos y estadounidenses, habían actuado dentro de la ley.
La información de que el servicio de inteligencia de Brasil llevaba un programa de observación de diez años fue filtrado a la prensa nacional.
Recientes revelaciones sobre la interceptación de correos electrónicos y teléfonos de Brasil por las agencias de EE.UU. ocasionaron que la presidenta Dilma Rousseff cancelara una visita oficial a Washington.