El líder del cártel del Pacífico, Joaquín El Chapo Guzmán, es el principal traficante de metanfetaminas en el triángulo Asia Pacífico-México-Estados Unidos; controla el 80 % del mercado estadounidense y obtiene unos ingresos anuales de unos 3.000 millones de dólares, según destacó un análisis conocido hoy.
Esta organización constituye una auténtica empresa global, pues tanto sus mercados como sus productos exhiben un alto grado de diversificación, señaló el investigador José Luis León en un análisis titulado El tráfico de metanfetaminas: Asia-México-Estados Unidos que forma parte del Atlas de la Seguridad y Defensa de México 2012 que será presentado la semana próxima.
El autor afirma que los mercados que abarca la organización de El Chapo, el capo más buscado en México, incluye América del Norte, Europa, Asia y Australia, en donde trafica con marihuana, cocaína, opiáceos y metanfetaminas.
Precisó que aunque algunos círculos mexicanos vieron con escepticismo la inclusión de El Chapo en la lista de los más ricos del mundo de la revista Forbes, los cálculos de Rand Corporation apuntan que este narcotraficante obtiene ingresos de por lo menos tres mil millones de dólares anuales, equiparables a los de Netflix o Facebook.
El analista recuerda que en los años 90 el tráfico de metanfetaminas estuvo a cargo del cártel de los hermanos Amezcua, que fue desmantelado en 2004, por lo que el cártel del Pacífico o Sinaloa quedó como el principal traficante de estas drogas sintéticas conocidas como cristal, vidrio, cocaína de los pobres, yaba, ice o meth.
Se trata de sustancias altamente adictivas y con efectos secundarios permanentes, agrega.
De acuerdo con la DEA (Agencia Antidrogas de Estados Unidos), el cártel de Sinaloa controlaba en 2012 el 80 % del mercado en Estados Unidos después de desplazar a los pequeños laboratorios en ese país.
El autor afirma que el cártel que lidera El Chapo importa enormes cantidades de precursores desde China, India y Tailandia, los cuales llegan a los puertos del Pacífico mexicano o de Guatemala, y son procesados en laboratorios clandestinos en los estados de Michoacán, Jalisco, Sinaloa y Sonora, y de ahí se envían los cargamentos a la frontera con Estados Unidos.
Destaca que este tráfico es uno de los más dinámicos del mundo, en donde se utilizan el tráfico vía terrestre, los vuelos comerciales, barcos pesqueros, catapultas para sobrepasar los muros fronterizos, autos todoterreno para transportar la droga en el desierto, y puentes temporales armados con costales de arena en los ríos Bravo y Colorado, y principalmente los narcotúneles.