El mundo todavía está tratando de asimilar la tragedia que ocurrió en el pueblo de Newtown, en el estado de Connecticut, luego que Adam Lanza, un muchacho de 20 años, matara a 20 niños y 6 mujeres antes de suicidarse, pero según testimonios las profesoras fallecidas dieron su vida tratando de enfrentar al asesino.
Victoria Soto, de 27 años, llevaba cinco enseñando en el colegio. Este año, le había tocado el salón 10, con chicos de primer grado y se estaba alistando para cerrar el año cuando, la mañana del viernes, escuchó disparos.
Asustada, escondió a sus alumnos en la esquina de un salón poco tiempo antes de que Lanza llegara y le preguntara dónde estaban. Según testimonios recogidos por medios estadounidenses, Victoria le dijo que estaban en el gimnasio.
Aparentemente, el sujeto se iba a retirar cuando ella se lanzó contra él para quitarle su arma. Pero no llegó a tocarlo. Lanza le disparó varias veces y la mató.
Lauren Rousseau, de 30 años, era una profesora de reemplazo que estaba trabajando en el Sandy Hook desde octubre. Pero esto no habría impedido que, como indican testimonios, se haya lanzado entre el asesino y los niños de su salón, tratando de defenderlos.
La directora del colegio, Dawn Hochsprung (47) y la psicóloga Mary Sherlach (56), previamente, trataron de enfrentar al joven armado. Pero los esfuerzos fueron inútiles ante una Sig Sauer y una Glock de 9 milímetros con los que estaba armado.
Anne Marie Murphy (52) y Rachel Davino (29) son los nombres de las otras dos mujeres que fallecieron en manos de Lanza, así como 12 niñas y 8 niños, en su mayoría pequeños de solo 6 años.