El Concejo de Roma se prepara estos días para recibir la multitudinaria afluencia de peregrinos que se prevé que acudan a la capital italiana para participar en los últimos actos del pontificado de Benedicto XVI y para seguir el posterior cónclave en el que se elegirá a su sucesor.

Con este objetivo, hoy se reunieron los representantes de los diferentes cuerpos municipales de la ciudad para perfilar un primer plan de actuación, después de que el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, señalara que se necesitarán cerca de 4,5 millones de euros extras para preparar los diferentes eventos.

Uno de los responsables de la organización y de la acogida de los peregrinos, Giammarino Nardi, explicó que el próximo domingo supondrá una oportunidad para evaluar la eficacia de los diferentes dispositivos de seguridad y medidas que se estudian para hacer frente a los actos de las próximas semanas.

Y es que el domingo se espera que acudan a la plaza de San Pedro del Vaticano para el penúltimo Ángelus que dirigirá Benedicto XVI cerca de 100.000 fieles, frente a los alrededor de 40.000 que asisten de media durante el resto del año.

El domingo nos volveremos a reunir para verificar cómo se ha desarrollado la jornada y ver qué medidas hay que reforzar, subrayó Nardi.

La atención de los responsables de la organización se centra, en gran medida, en la última audiencia pública que celebrará Benedicto XVI el 27 de febrero, un día antes de presentar su renuncia al pontificado.