El presidente de Bolivia, Evo Morales, está evaluando retirar a su país del Sistema Interamericano de Derechos Humanos al considerarlo un instrumento para juzgar otros gobiernos opositores a las políticas promovidas por Estados Unidos.
Estamos pensando seriamente retirarnos de la CIDH porque es otra base militar (de EE.UU.) tenemos dignidad y soberanía para poner en su lugar a esta clase de instituciones”, dijo en una rueda de prensa ante una consulta sobre la demanda en su contra por indígenas que rechazan un proyecto vial al centro de Bolivia.
Morales critica que la CIDH tiene oficinas en Estados Unidos y ese país no ha ratificado ningún tratado sobre derechos humanos, lo que va en línea a los planteamientos de su par ecuatoriano, Rafael Correa, quien está promoviendo reformas dentro de la CIDH para cambiar la sede de la institución.
La sede de la CIDH, un órgano autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), se encuentra en Washington, pero Estados Unidos no ha ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos, el principal instrumento sobre esta materia con el que cuenta el continente.
Yo considero a la CIDH como otra base militar, dijo Morales al señalar que la institución está financiada por Estados Unidos para tratar de juzgar a los países.