La posibilidad de una intervención en Siria por parte de Estados Unidos, el Reino Unido y otros países occidentales aumentó tras las denuncias de un ataque con armas químicas la semana pasada.
Este lunes, un equipo de inspectores de la Organización de Naciones Unidas inició la recolección de evidencias para tratar de comprobar si efectivamente se produjo el ataque con armas químicas el miércoles, en áreas controladas por rebeldes en el este de la capital siria, Damasco.
Para Estados Unidos y el Reino Unido, entre otros, hay pocas dudas acerca de que el presidente sirio, Bashar al Assad es el responsable del ataque que acabó con la vida de 355 personas, según la organización Médicos Sin Fronteras (MSF).
El gobierno de Siria, sin embargo, niega su implicación en el incidente y de hecho permitió el acceso de expertos de la ONU al lugar. Incluso, Assad aceptó un alto el fuego temporal con los rebeldes.
CONFLICTO ENTRE POTENCIAS Ya algunos países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Turquía o Alemania han señalado que no se puede permitir que un ataque con armas químicas quede sin sanción, y contemplan alternativas al margen de lo que se decida en Naciones Unidas.
Una visión, sin embargo, rechazada por Rusia y China, dos pesos pesados en el Consejo de Seguridad de la ONU y principales aliados del gobierno sirio.
Según Jeremy Bowen, editor de Medio Oriente de la BBC, es improbable una acción militar inmediata.
Es poco probable que el Reino Unido actúe antes de recibir los informes de inspectores de la ONU, aseveró el periodista.
FRACASO El presidente sirio también salió al paso a las versiones sobre una venidera intervención militar: Sería un fracaso, dijo al periódico ruso Izvestiya, en declaraciones publicadas este lunes.
Si alguien sueña con hacer de Siria la mascota de Occidente, no saldrá adelante, añadió.
Moscú, tradicional socio de Assad, afirmó que una acción militar en Siria sería un trágico error.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, calificó la advertencia de algunos países occidentales sobre Siria como una grave violación de la ley internacional.
Rusia no niega el uso de armas químicas en dicho incidente, pero señala que no existen pruebas de que tal ataque fuese hecho por el gobierno sirio.
En ello coincide el gobierno iraní. Según le dijo un alto funcionario militar iraní a la agencia de noticias Fars, Estados Unidos enfrentaría graves consecuencias si interviene en Siria.
La decisión del gobierno sirio de permitir la entrada segura a los investigadores de la ONU no ha calmado del todo los ánimos en la arena diplomática.
Washington consideró que el consentimiento de Siria a esas inspecciones llegaba tarde.
Si el gobierno sirio no tenía nada que ocultar y quería demostrarle al mundo que no había usado armas químicas en este incidente, tendría que haber cesado sus ataques en la zona y otorgado acceso inmediato a la ONU hace cinco días, dijo un alto funcionario, que pidió no ser identificado.
Las autoridades estadounidenses y británicas creen que desde que se produjo el ataque el pasado miércoles hasta este lunes, el gobierno de Asad podría haber eliminado gran parte de las pruebas que evidencian el ataque químico.
Y tras conocerse los indicios e informes sobre el ataque químico, Estados Unidos no dudó en retomar la advertencia que ya dio al gobierno sirio hace un año: si Bashar al Asad utilizaba armas químicas, podrían llevar a cabo una intervención militar en el país.
FALLÓ LA DIPLOMACIA Por su parte, el ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, señaló que no descartamos ninguna salida, aun sin un respaldo unánime de Naciones Unidas. En una entrevista con la BBC, Hague se mostró contundente y dijo que de lo contrario, sería imposible responder a estos desmanes, estos crímenes, y yo creo que es una situación inaceptable.
En su firme rechazo al uso de armas químicas impunemente, el canciller británico aseguró que la diplomacia había fallado. El ministro además criticó la actuación del consejo de seguridad de la ONU que está dividido sobre si actuar o no en Siria diciendo que no ha asumido sus responsabilidades.
Turquía ha sido más abierta a apoyar una respuesta internacional militar, también al margen del consenso en la ONU, si se confirma el uso de armas químicas por los expertos. Ankara asegura que alrededor de 30 países están debatiendo la posibilidad de una intervención.
FUTURO IMPREDECIBLE La postura británica se definirá el miércoles cuando el primer ministro David Cameron presida una reunión de su consejo nacional de seguridad. Según el corresposal de asuntos de seguridad de la BBC, Frank Gardner, cualquier respuesta militar a Siria es probable que se limite a ataques con misiles Tomahawk sobre objetivos claves del gobierno sirio, disparados desde barcos de guerra de la marina estadounidense en el Mediterráneo.
EE.UU. ha reforzado su presencia militar en el Mediterráneo, pero para los analistas ello no significa que hay una intervención en ciernes en el país sirio.
El corresponsal de la BBC en Beirut, Jim Muir, indicó que el conflicto sirio escaló hacia otro nivel de crisis. Hay quienes creen que el nivel de tensión que ya se ha alcanzado puede forzar el desbloqueo del proceso para encontrar una solución política a la crisis, señaló.
Para Occidente, agregó Muir, un sentimiento irresistible de que se debe hacer algo choca con la realidad de que no hay ninguna acción que resulte atractiva o incluso aceptable, pues conllevaría un alto riesgo de agravar aún más la situación.
Jim Muir menciona que Barack Obama sabe que sus ciudadanos no quieren otra costosa guerra en Oriente Medio y eso podría disuadir a Estados Unidos de actuar.