El papa Francisco anunció hoy nuevos cambios en la Curia romana, el más relevante de ellos el nombramiento del arzobispo Beniamino Stella como nuevo responsable de la Congregación para el Clero, el dicasterio vaticano que se ocupa de los seminaristas y sacerdotes.
Stella, de 72 años, fue nuncio en Cuba y en Colombia, presidía hasta la fecha la Pontifica Academia Eclesiástica y sustituye en el cargo al cardenal Mauro Piacenza, de 69 años, designado hace tres años.
Piacenza, por su parte, asumirá el cargo de Penitenciario Mayor, responsable de las indulgencias, función que desempeñaba el cardenal portugués Manuel Monteiro de Castro, que cumplió 75 años en marzo, la edad de jubilación para los religiosos.
El papa Francisco anunció, asimismo, la sustitución del arzobispo croata Nikola Eterovic, hasta la fecha secretario del Sínodo de Obispos, que deja su cargo tras 9 años al arzobispo italiano Lorenzo Baldisseri, de 73 años, que ejercía de Secretario de la Congregación de los Obispos.
El arzobispo croata ha sido nombrado, por su parte, nuncio apostólico en Alemania.
En cuanto a la Congregación para el Clero, el papa confirmó como secretario de este dicasterio al español Celso Morga Iruzubieta y nombró responsable para los seminaristas al mexicano Jorge Carlos Patrón Wong.
LUCHA CONTRA ABUSO SEXUAL El Papa mantuvo en su cargo a un prelado alemán que dirige una ofensiva contra monjas estadounidenses sospechosas de disentir de ciertas enseñanzas católicas y que también ayuda a planificar la respuesta a los casos de abusos sexuales por parte de religiosos.
Después de seis meses en el cargo, Francisco hizo varias importantes designaciones el sábado entre la curia del Vaticano.
Francisco retuvo al arzobispo Gerhard Mueller en el poderoso puesto de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Mueller, quien fue designado inicialmente por Benedicto XVI, encabeza una investigación de la Santa Sede a las monjas que se sospecha socavan las enseñanzas de la iglesia sobre el sacerdocio y la homosexualidad. Su oficina también se encarga de lidiar con los clérigos que abusan sexualmente de menores.