El papa Francisco volvió a conmover al mundo al abrazar de una forma muy tierna a un hombre que se le acercó y que padece de neurofibromatosis, trastorno hereditario que causa mucho dolor en quienes lo padecen.
Este es un gesto más de los muchos que ha tenido el Sumo Pontífice desde que asumió el máximo cargo en el Vaticano desde marzo de este año.
Su desprendimiento hacia los lujos que solían lucir sus antecesores, así como su iniciativa por romper el protocolo para acercarse a los niños y a los enfermos, son solo algunas de las muestras que ha dado Francisco sobre una humildad de la cual prefiere no enorgullecerse y simplemente predicar con el ejemplo.