Un acto de indignación que ha sorprendido a millones. 35 pasajeros de la aerolínea US Airways decidieron bajarse del avión al ser testigos de la expulsión de Albert Rizzi, hombre que padece de ceguera, y de su perro guía Doxy.
Todo empezó cuando Rizzi, ciudadano estadounidense, y su fiel compañero llegaron al Aeropuerto Internacional de Filadelfia con el fin de tomar un vuelo con dirección a Long Island. A pesar de ser el primero en arribar a la zona de aterrizaje para el vuelo 4384 de US Airways, él y su perro fueron uno de los últimos en sentarse, según informó el portal de CNN. La razón es que Rizzi estaba sentado en medio de la última fila, en el pasillo, sin ningún asiento frente a él para que Doxy, su perro, se sentara.
Esto llamó la atención de una de las azafatas, quien le advirtió al hombre ciego que por razones de seguridad debería mantener al can debajo de cualquier asiento. Acto seguido, una pasajera que compartía la fila con Rizzi le ofreció el espacio de abajo de su asiento para Doxy.
Minutos después, el avión encendió sus motores y comenzó a vibrar, ocasionando el nerviosismo del can, quien de inmediato se movió de su asiento y se ubicó cerca a su amo. Esto originó una acalorada discusión entre Rizzi y la azafata. Esta última le ordenó que se bajara del avión junto a su perro.
Al ser testigos de esta escena, los 35 pasajeros se negaron a volar hasta que Rizii y Doxy vuelvan a subir a la aeronave. El piloto, en respuesta, anunció la cancelación del vuelo.
Los pasajeros, por disposición de la aerolínea, fueron llevados de forma gratuita en un bus hasta el aeropuerto de Long Island.
Esto se convirtió en la experiencia más maravillosa, a partir de la experiencia más horrible. Descubrí que la humanidad existe y las personas pueden hacer lo correcto, manifestó Rizzi, en referencia a los 35 pasajeros que se solidarizaron con él. Sin embargo, lamentó que la aerolínea no se haya contactado con él, por lo que pretende iniciar acciones legales.
Rizzi padece de ceguera desde hace ocho años después de sobrevivir a la meningitis, y desde hace siete años tiene a Doxy como su fiel compañero.