La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, advirtió de que nadie querrá invertir en Corea del Norte si cierra el complejo industrial intercoreano de Kaesong, cuyas operaciones se detuvieron después de que Pyongyang retiró a sus empleados.
Si Corea del Norte viola de este modo las normas y compromisos internacionales, no habrá países o empresas que inviertan en el país comunista, añadió Park durante una reunión con su gabinete, en la que calificó de muy decepcionante la decisión norcoreana de retirar a sus empleados de Kaesong.
Las operaciones del único proyecto económico intercoreano en vigor quedaron hoy suspendidas después de que los empleados norcoreanos no se presentaran en sus puestos de trabajo, un día después de que Corea del Norte anunciara la retirada de los operarios y la suspensión temporal de actividades en el polígono.
¿Durante cuánto tiempo vamos a seguir viendo este interminable círculo vicioso de promover crisis antes de sellar compromisos a cambio de ayuda?, preguntó retóricamente Park, mostrando así su adhesión a la hipótesis generalizada de que Corea del Norte utiliza la tensión como estrategia política para ganar concesiones.
PROBLEMAS EN COMPLEJO INDUSTRIAL Por otra parte, hoy los directivos de las empresas surcoreanas que operan en Kaesong expresaron públicamente su voluntad de enviar una delegación privada a Corea del Norte para tratar de resolver la crisis y se mostraron partidarios de resolver el problema mediante el diálogo.
Son 123 las empresas surcoreanas que fabrican diversos productos con la mano de obra barata que suponen los 54.000 norcoreanos del complejo de Kaesong, abierto en 2004 durante la época de reconciliación que las dos Coreas vivieron a principios de los 2000.
La retirada de los trabajadores de KaesongLa retirada de los trabajadores de Kaesong llega después de seis días en los que Corea del Norte bloqueó el paso de surcoreanos al complejo, en un nuevo acto hostil enmarcado en la intensa campaña de amenazas que el régimen de Kim Jong-un mantiene desde principios de marzo.