En los tres últimos días de su primera legislatura, el Congreso bloqueó, rectificó y finalmente aprobó tres reformas constitucionales. La reconstrucción de los hechos tras bambalinas deja en claro que en todo momento prevaleció el cálculo político antes que el análisis técnico para la modificación de la Constitución. Aquí todo lo que pasó entre las 7:00 a.m. del viernes 3 y las 11:57 p.m. del domingo 5, donde se eliminó la figura de la inmunidad, se estableció impedimentos para que no postulen sentenciados en primera instancia, y se estableció destinar un presupuesto anual no menor del 6% del PBI para el sector educación.
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La penúltima sesión plenaria de la primera legislatura tuvo una jornada de casi 24 horas. Empezó el viernes 3, a las 7:30 a.m., con la reunión de la Junta de Portavoces, y se extendió hasta las 7:11 a.m. del sábado 4. A lo largo de toda la jornada una serie de negociaciones frustradas entre las bancadas terminaron con dos resultados negativos: no se alcanzaron los 87 votos para la reforma constitucional que elimina la inmunidad parlamentaria y se bloqueó el debate sobre los impedimentos para que no puedan postular los sentenciados en primera instancia por delitos de corrupción en las elecciones generales 2021.
La reunión de los voceros, que marcó el inicio de la jornada del viernes 3, arrancó con acuerdos unánimes para incluir en agenda dos dictámenes de la Comisión de Constitución: el que creaba un distrito electoral para peruanos en el exterior y el que proponía eliminar la inmunidad parlamentaria.
El entrampamiento se inició cuando Somos Perú y el Partido Morado pidieron incluir en la agenda los proyectos de ley sobre la eliminación del voto preferencial. Alianza para el Progreso fue el principal opositor, y también trajo a la mesa su proyecto para que se destine un presupuesto anual de no menos del 6% del PBI para el sector educación.
Los proyectos sobre el voto preferencial -que habían sido rechazados cuando se aprobó la paridad y alternancia- debían ser exonerados del trámite de comisión para ingresar al pleno; mientras que el de educación había sido dictaminado el pasado miércoles, por lo que solo requería una exoneración del trámite de prepublicación.
Las bancadas comenzaron a realizar todo tipo de pedidos para incluir sus proyectos en la agenda del pleno. Hasta ese momento, esa sería la última sesión de la primera legislatura y todos querían cerrar con leyes aprobadas. Ante el entrampamiento, Manuel Merino (Acción Popular, Tumbes), presidente del Congreso, pidió suspender la Junta de Portavoces e iniciar el pleno con lo que habían logrado consenso (distrito electoral para peruanos en el exterior e inmunidad parlamentaria).
Se quedó en que la Junta de Portavoces volvería a sesionar al mediodía para buscar consensos sobre los pedidos de ampliación de agenda, entre ellos el de impedimentos. Para entonces, algunos como Gino Costa (Partido Morado, Lima) advertían públicamente que el dictamen de impedimentos corría el riesgo de no ser aprobado.
Pero otros como Otto Guibovich (Acción Popular, Lima) se mostraban confiados en que aprobarían todo el paquete de reforma política. “Hay convocatoria [de Junta de Portavoces] y Costa lo escuchó, como todos. Se agotó el tiempo de Portavoces. Van los impedimentos de todas maneras. Convencido de ello”, me escribía el vocero acciopopulista poco antes del mediodía.
Pero la Junta de Portavoces no se volvió a reunir, y ese fue el primer indicio de que Costa tenía más razón que Guibovich sobre lo que se venía.
Repartija
Todo el resto de negociaciones a lo largo de la jornada se llevó a cabo de manera virtual, pese a que los voceros estaban presentes en el hemiciclo. En lugar de reunirse, se comenzó a correr lo que se denomina la exoneración virtual, que no es más que un papel donde los voceros firman en representación de su bancada, para ampliar la agenda.
Durante toda la tarde, las negociaciones estuvieron centradas en definir qué temas, además de los impedimentos, se incorporarían en la agenda del pleno. Todas las bancadas insistían con meter proyectos de su interés.
Algunas fuentes refieren, por ejemplo, que Podemos Perú solicitó poner en agenda la moción de interpelación contra la ministra de Economía, María Antonieta Alva, para así poder aprobarla la próxima semana. “Ella [Alva] va a ir en la plancha [presidencial] con Forsyth”, dijeron los representantes de Podemos, según nuestras fuentes, medio en broma, medio en serio.
Pero todo el resto de bancadas se opusieron y acordaron que las mociones no se tocarían en esa sesión. Ni siquiera la moción contra el ministro de Educación, Martín Benavides, cuyo texto ya había sido “dado a cuenta” en la sesión anterior y, según el reglamento, debía votarse el viernes.
Podemos Perú no se quedó atrás y pidió incluir la moción de la Comisión de Educación donde se pedía facultades para investigar a la Sunedu. Un dato que vale tener en cuenta es que Daniel Urresti (Lima) no estuvo presente en el hemiciclo pese a ser el vocero principal. Solo estuvieron Aron Espinoza (Lima) y José Luna (Lima).
Urresti intentó mantener perfil bajo en la sesión, aunque se mantuvo activo en las redes sociales. Cuando esa moción logró ser incluida y entró al debate, aseguró que su bancada se abstendría, pero en la votación ello no se cumplió. En la aprobación solo tres de los 11 miembros de la bancada hicieron lo anunciado.
Por su parte, APP insistió con el proyecto del 6% del PBI para la educación, una propuesta que el excongresista Richard Acuña había presentado durante el periodo disuelto 2016-2019 y que revivió Luis Valdez (La Libertad), quien además es secretario general del partido de César Acuña.
Mientras que APP y Podemos pujaban por sus iniciativas, se lograba formar un bloque a favor de que se amplíe la agenda para debatir los impedimentos para sentenciados: Acción Popular, Frepap, Somos Perú, Partido Morado y el Frente Amplio.
Las hojas de exoneraciones comenzaron a recorrer el hemiciclo, con la mayoría de los voceros condicionando sus votos para la reforma política, a cambio del respaldo a sus respectivas iniciativas.
Las idas y vueltas generaron tanta confusión que, desde la cuenta oficial de Twitter del Congreso, a las 7:41 p.m., se publicó una imagen donde se informaba que se había incluido en la agenda la moción contra la Sunedu, el proyecto del 6% del PBI para educación, y los impedimentos para postular a cargos públicos. Minutos después, el tuit fue borrado dado que el último punto no había logrado las firmas necesarias para entrar en la agenda.
El bloque de Acción Popular, Frepap, Somos Perú, Partido Morado y Frente Amplio sumaban 68 votos que alcanzaban para ampliar la agenda, pero faltaban 10 votos para exonerar del trámite de prepublicación al dictamen sobre impedimentos para postular.
Fue entonces que dicho bloque supo que dependían de la firma de APP, ya que según las fuentes consultadas, Podemos Perú había sido tajante en asegurar que no firmarían de ninguna manera. “Quieren bajarse al tío”, fue la respuesta que recibieron, en alusión al nuevo juicio oral que tiene Urresti acusado de haber asesinado al periodista Hugo Bustíos, que podría complicarle una eventual candidatura presidencial.
APP, según fuentes del bloque que impulsaba el tema de impedimentos, dio su palabra de que firmaría, pero antes querían que se ponga al debate su proyecto bandera de educación. Los representantes del partido de Acuña temían que, de aprobarse el dictamen sobre impedimentos, la sesión se levantaría sin aprobarse más temas, entre ellos el suyo.
Promesas rotas
En medio de estas tratativas, se puso a debate el dictamen sobre la eliminación de la inmunidad. Esta fue la primera alerta de que la sesión no acabaría bien, pues se pasó al cuarto intermedio por la falta de consenso, y varios preveían que no habían ánimos de resolver el tema al finalizar la sesión.
“Lamentablemente todavía no hay consenso entre las bancadas. No contamos con los votos. Si pongo cualquier texto sustitutorio hoy día, también se pierde. Y pasa al archivo por un año. Tendrá que haber acuerdo entre las bancadas para llegar a la meta. Ese es el problema”, me respondía Omar Chehade, presidente de la Comisión de Constitución, cuando le consulté sobre el tema al bordear las 03:00 a.m.
En el ínterin, se logró aprobar por unanimidad el distrito electoral para peruanos en el exterior con dos escaños.
Tras bambalinas, el bloque que impulsaba que se debatan los impedimentos buscaba asegurar la firma de APP, pero estos insistían en que primero se debata su proyecto sobre educación. Podemos no tenía problemas, debido a que la moción contra la Sunedu tenía el respaldo mayoritario en el resto de bancadas, incluidas algunas de las que impulsaban el tema de impedimentos.
Fue así que se puso la moción contra la Sunedu al debate y se aprobó a la medianoche del viernes 3. Luego vendría otra moción declarativa de Acción Popular, que pasó sin problemas. A las 12:30 a.m. se discutió la norma de APP sobre el 6% del PBI para la educación.
Ya en debate, representantes el bloque que impulsaba la reforma de impedimentos se acercaron al vocero de APP, Fernando Meléndez (Loreto), para recolectar su firma, pero este respondía con evasivas. “Un ratito, hermano, me están fastidiando acá en el teléfono”, fue la respuesta que recibían cada vez que lo buscaban, según fuentes de El Comercio.
Ante la negativa de Meléndez, buscaron a Luis Valdez y, según alegan, este les dio su palabra de que se firmaría.
“Pero ahí nos dimos cuentas que nos estaban paseando, y decidimos dar respuesta mandando su proyecto a comisión”, explica una fuente que participó de las negociaciones.
Ricardo Burga (Acción Popular, Lima) presentó la cuestión previa para que el citado proyecto pase a la Comisión de Educación para una nueva opinión técnica. Esto despertó la molestia de Valdez, quien dejó su asiento en la Mesa Directiva y bajó a increparle al congresista y a otros voceros del bloque. Para intentar ganar tiempo, sus colegas de APP comenzaron a pedir la palabra, uno tras otro. Pero nada de lo que hizo Valdez los hizo retroceder.
Desde APP, admiten que se dieron las conversaciones, pero descartan haber negociado algo. “Estuvimos a punto de firmar hasta que nos condicionaron con sus votos al proyecto de educación. Nos pareció delincuencial sus formas. Era un jaque perfecto”, refirieron.
Al día siguiente, APP elaboraría un discurso señalando que no estaba de acuerdo con el dictamen de impedimentos porque se ponía una barrera de delitos mayores a cuatro años. Esto a pesar de que en la Comisión de Constitución votaron a favor del dictamen y, en todo caso, en el pleno podían realizarse nuevas modificaciones.
La última salvación
Tras bloquearse el proyecto del 6% del PBI para educación, y teniendo claro que APP no firmaría para incluir el dictamen sobre impedimentos, la única manera de salvar la jornada era aprobar la eliminación de la inmunidad parlamentaria.
APP impulsó a Omar Chehade (Lima), titular de la Comisión de Constitución, a presentar un nuevo texto sustitutorio al debate. El documento fue ingresado a las 04:50 a.m. Para las 06:00 a.m. se iba a poner el tema a votación, pero el vocero de Fuerza Popular Diethell Columbus (Lima) pidió que antes se pase lista para corroborar el quórum reglamentario. El relator demoró cerca de 40 minutos en verificar la asistencia de 103 congresistas.
El resultado final se conoció al bordear las 07:00 a.m. del sábado 4. No se lograron los 87 votos requeridos al tratarse de una reforma constitucional. Acción Popular se fraccionó, y la diferencia pudo ser mayor, pero al final dos legisladores acciopopulistas cambiaron su abstención por un voto a favor. De todas maneras, no alcanzó y se debía convocar a un referéndum para que la reforma se convierta en ley.
La sesión se levantó sin debatir los impedimentos. Rennan Espinoza (Somos Perú, Lima) enseñaba el papel donde se veían los espacios en blanco de APP, Podemos, Fuerza Popular y Unión por el Perú, las bancadas que se negaron a firmar. Mientras que su colega Guillermo Aliaga (Somos Perú, Lima), a cargo de la conducción del hemiciclo, cerraba los micrófonos.
Al final, varios creen haber atado cabos y sospechan de que Merino hayan decidido sesionar un viernes. “Convocó a la sesión para el viernes y en todo momento mencionaban que nos iríamos hasta la madrugada. Sabían que, si todo este entrampamiento pasaba de madrugada, sería menor el impacto y no había espacio para hacer algo el domingo”, refirieron las fuentes. Las únicas veces que el pleno sesionó viernes, en esta legislatura, fue cuando se extendió una sesión del jueves.
Salida de último minuto
En el transcurso del sábado, las bancadas se acusaron entre sí. Acción Popular culpaba a APP, Podemos, Fuerza Popular y UPP por bloquear la reforma de impedimentos; y APP culpaba a AP, Somos Perú, Partido Morado y al Frente Amplio por bloquear que se otorgue un mayor presupuesto para la educación en los términos que ellos habían planteado.
Se realizaron varios pedidos para convocar un pleno, pero Merino no atendió a ninguno de estos a lo largo del sábado. Al mediodía, solo llamó a sus vicepresidentes preocupado por la reacción del presidente Martín Vizcarra. Esto debido a que Rennan Espinoza había pedido que el jefe de Estado convoque al pleno. La críticas venían desde diversos sectores.
La respuesta del presidente Martín Vizcarra llegó recién el domingo. Por la mañana de ese día, Merino reunió a su Mesa Directiva en la casa del primer vicepresidente Luis Valdez. Antes de que el jefe de Estado inicie su discurso, Merino anunció en RPP Noticias que se convocaría al pleno para las 4 de la tarde.
A la Mesa Directiva poco le importó respetar el artículo 30 de su reglamento, donde se estipula que la agenda se da a conocer con 24 horas de anticipación.
Previo al pleno, la Junta de Portavoces volvió a reunirse y la frase más repetida fue “no nos vamos a dejar jalar de las narices por Vizcarra”. En dicha reunión también se empezó a elaborar la fórmula para eliminar la inmunidad de altos funcionarios. “No puede ser que él [en alusión al presidente Vizcarra] tenga y nosotros no”, dijeron desde Acción Popular que desde redes sociales impulsaban el hashtag #ImpunidadParaNadie.
APP volvió a hacer cuestión de estado por su proyecto del 6% del PBI para la educación. Somos Perú, Partido Morado y Frente Amplio pidieron en la reunión que lo primero que se ponga a debate en el pleno sea la reforma de impedimentos. Cuando Frepap pidió la palabra para pedir lo mismo, el titular Merino levantó la sesión alegando que la Mesa Directiva tenía la potestad de definir el orden del debate.
“Están reunidos fuera del hemiciclo los voceros de AP, APP, Podemos y UPP, algo están acordando porque no están acá”, me decía Gino Costa al promediar las 6:21 p.m.
La sospecha de Costa se corroboró unos 15 minutos después cuando se filtró el texto sustitutorio propuesto por el acciopopulista Ricardo Burga donde se eliminaba la inmunidad de altos funcionarios, incluida la del presidente de la República. El texto llevaba las firmas, además de la del autor, de los voceros de APP, PP y UPP.
Chehade recogió gran parte de la propuesta de dicho texto. Una vez aprobado el texto que modifica cinco artículos de la Constitución, se filtró por el audio la voz de un congresista que se olvidó de apagar su micrófono: “Vizcarra ya no tiene inmunidad, se c....”.
Cumplido su cometido de incluir a todos en el mismo saco, las otras dos reformas se aprobaron sin mayor trámite. Algunas bancadas intentaron mantenerse coherentes con su postura inicial, pero bancadas como Somos Perú terminaron plegándose a la mayoría, pese a que su vocero reconocía que lo aprobado no era lo correcto. “Estamos hablando de la Constitución y la estamos cambiando en tres horas, y hay varios errores en esto”, dijo Espinoza cuando se aprobó la reforma sobre la figura de la inmunidad.
Somos Perú y Acción Popular cambiaron su postura del sábado y para el domingo terminaron apoyando el proyecto de APP sobre el 6% del PBI para educación. En poco más de 24 horas dejaron de pensar que la iniciativa requería un mayor análisis en comisión.
El Partido Morado intentó mantener su posición, pero terminó fraccionado en las votaciones. Le jugó en contra algunas posturas individuales como la de su legisladora Angélica Palomino (Piura), quien ha mostrado su intención de participar en las elecciones regionales del 2022.
A lo largo de toda la sesión, solo la legisladora María Céspedes (Frepap, Lima) se atrevió a realizar un mea culpa sobre todas las idas y vueltas registradas en estos últimos tres días. “No hubiéramos llegado a hoy si hubiéramos sido coherentes. ¿Quién le dio motivos al Ejecutivo para que aparezca como el que pone orden en la reforma? Hemos sido nosotros, señores”, sostuvo.
Otros como Omar Chehade (Alianza para el Progreso, Lima) no se cansaban de repetir que era un “día histórico” para el Congreso.
Al final, lo que no se logró aprobar en la jornada de 24 horas entre el viernes 3 y sábado 4, el Congreso lo terminó concretando en una sesión dominguera de tan solo siete horas. En siete horas se aprobaron tres reformas que modifican siete artículos de la Constitución.