Alas Salvajes, el ‘point’ en Chorrillos con las alitas de pollo con los sabores más arriesgados

No existe piqueo tan conocido y querido como las alitas de pollo. Este bocado pequeño, perfecto para compartir y a través del cual se exploran distintos sabores, cada vez gana más popularidad en nuestro país. Provecho visitó Alas Salvajes, un restaurante que ofrece esta y otras delicias (como salchipapas o té de burbujas), en Chorrillos. ¿La diferencia? Exploran el uso de ingredientes como el maíz morado y la cocona para crear salsas casi adictivas.

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Tras trabajar en un negocio de su padre en Cusco, Gabriel Benites -dueño y gerente de Alas Salvajes- decide volver a Lima. En ese momento, las alitas empezaban a hacerse presentes en cartas y ganar popularidad, por lo que a Gabriel le picó el bichito de la curiosidad. “¿Y si apuesto por preparar alitas?”, se preguntó el dueño de esta propuesta y se atrevió. Primero en casa, por supuesto, preparando versiones con sabores más tradicionales y permitiendo que familia y amigos prueben su sazón.

En su primer local, a unas cuatro cuadras del actual, atendió al público desde mayo de 2018. “Empezamos a hacernos conocidos en la zona, buscar clientes y agregamos la opción de delivery, que nos permite llegar a más gente”, explica Benites.

Al año y medio se cierra el negocio por temas personales, pero, por cosas de la vida, Gabriel vuelve a preparar alitas en pandemia como una alternativa para trabajar. A fines de 2020, se retoma Alas Salvajes como cocina oculta, en casa de su familia. En noviembre de 2022 apuestan por abrir el local en el que se encuentran actualmente y su historia se sigue escribiendo.

Si los visita, además de una interesante propuesta de comida rápida peruana, en un ambiente sencillo y acogedor, encontrará té de burbujas. Esta idea fue pensada y creada por la mamá y hermana de Gabriel, quienes también trabajan en el negocio junto a otro de sus hermanos.

Sabores para repetir

Gabriel es un cocinero autodidacta. Siempre le gustó la cocina y su conocimiento se nutrió de la experiencia y de probar recetas en casa, viendo videos y conociendo preparaciones en la Internet. “Muchas de las opciones que ofrecemos ya son conocidas y tienen una receta estándar, pero siempre trato de darles un toque con insumos peruanos, que me ayuden a darle un sabor diferente”, comenta.

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Ha logrado estandarizar sus recetas, por lo que promete constancia en la calidad y sabor de sus alitas, bonless y su opción vegana, a base de coliflor empanizada. Se pueden disfrutar desde 6 hasta 36 unidades.

Una curiosidad es que en su carta, cada salsa tiene nombre de alguna ave emblemática del Perú. Actualmente cuentan con 15 sabores, entre los que encontramos la Parihuana (BBQ), Lechucita Bigotona (Teriyaki), Condor (Maíz Morado) y Charrán (Acevichada), entre otras.

Probamos cuatro tipos de alitas: las de maíz morado, de cocona, las acevichadas picantes y las de miel y mostaza. Podemos decir que los cuatro sabores fueron un éxito rotundo, no solo por lo sabroso de la alita, sino por la salsa en sí. Las salsas fueron interesantes, equilibradas y con la consistencia perfecta como para cubrir toda la superficie sin que sobre demasiada salsa.

Los boneless son cubos de pechuga generosos que también se pueden disfrutar con las mismas, salsas, pero apostamos por opciones más clásicas: la de BBQ y la Teriyaki. Las opciones veggie (que son veganas según lo descrito por Gabriel), se pueden disfrutar con cualquiera de la salsas. Recien hechas son crocantitas, vienen en un tamaño generoso y tienen mucho sabor en el empanizado.

Los acompañamientos incluyen tres tipos de papas fritas (amarillas, andinas, francesas), camotes amarillos, aros de cebolla y bananitas crocantes.

También ofrecen hamburguesas, de las cuales probamos la Popoporky, que incluye dos smash burgers con queso cheddar, mermelada de tocino con toques de café, tomate, arúgula y papas al hilo. En su carta también se encuentran opciones Al plato, como la clásica salchipapa, o versiones más contundentes con hamburguesa de carne ahumada al cilindro, plátano y huevo.

Recomendamos ampliamente disfrutar el té de burbujas, que puede ser rojo, verde u Oolong. Ofrecen 40 variedades con café, cacao, leche o frutas variadas como arándanos, mango, uva Borgoña o pitahaya. El favorito, sin lugar a dudas, fue el de taro, un sabor bastante tradicional que recuerda a una vainilla diferente.

Alas Salvajes es una opción perfecta para visitar (o probar) si se quiere un bocado rico, con opciones para todos los gustos y que sacie ese antojo de alitas o bites fritos. ¿Te animas?