El Cajagas, el programa de créditos para taxis de la Caja Metropolitana, ignoró tres alertas de la Superintendencia de Banca y Seguros y AFP (SBS) y su cuestionado esquema financiero solamente benefició a las empresas privadas ATP Partner’s y Global Intel. Ambas compañía se crearon poco antes de firmar convenios comerciales con la caja.

Según la Unidad de Investigación de El Comercio, fungieron de garantes crediticios y supervisoras de los taxis a gas financiados por Cajagas. Lo curioso es que ninguna contaba con el capital necesario para hacerlo.

Pese a ello, la Caja Metropolita les pagó por adelantado S/.8’462.600 por los servicios de un año de garantes y por los equipos de rastreo satelital que instalaron en 3.800 taxis. Este monto fue cargado en las cuotas de los créditos de los taxistas.

El préstamo de cada taxista, por el supuesto servicio de garante crediticio, se incrementó y ahora debían pagar 5.990 soles más (su cuota anual por este concepto fue de 1.198 soles). Sin embargo ni Global Intel ni ATP Partner’s depositaron en el fondo de garantía de la caja para responder por las deudas o atrasos de pago de los choferes.

GARANTES SIN SUFICIENTE CAPITAL La empresa ATP Partner’s fue creada por Luis Valera Espinoza en abril del 2009 con un capital de 120 mil soles. Cuatro meses después, firmó contrató con la Caja Metropolitana como garante y supervisora de una cartera de créditos de 141 millones de soles. Por esto, se le pagó por adelantado las comisiones de un año correspondientes a 2.800 taxis, es decir, S/.3’354.400.

Además, la compañía de Valera vendió los equipos de rastreo satelital para esos vehículos a S/.2’881.200.

Por su parte, Global Intel se constituyó a inicio de julio del 2010 y dos meses después fue contratada como garante y supervisora de una cartera de crédito de 50 millones. Su capital solamente era de 100 mil soles.

Sin embargo, la Caja Metropolitana le pagó por adelantado sus servicios de un año correspondientes a los créditos de 1.000 taxistas de Cajagas. El monto fue S/.1’198.000.

También se le pagó adelantado por los equipos GPS instalados en dichos taxis. Por cada equipo cobró S/.1.029, lo que en conjunto sumó otro millón de soles para sus arcas.

Una comisión investigadora de la Municipalidad de Lima, encabezada por el regidor Pablo Secada, reveló que el programa financiero generó S/.92 millones en pérdidas, por decisiones irresponsables de los funcionarios que otorgaron créditos entre el 2008 y el 2010.

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