CARLOS BATALLA
Jhon Olivares interpreta a Judas, el traidor más famoso de la historia, y su esposa Ketty Chávez a la madre de Jesús. Ambos son actores del Servicio Cultural Amistad, que en el 2014 cumplirá 50 años.
¿Cómo es interpretar al peor traidor de la historia bíblica? Es la tercera vez que hago de Judas Iscariote. La parte más difícil es el momento del arrepentimiento, cuando rechaza las monedas que le dieron por traicionar a Jesús. Allí me tiembla todo el cuerpo.
¿Por qué actúa? Empecé porque mi esposa ya actuaba, y a ella le dije que me gustaría hacer un día de Judas. Primero hice de soldado romano, luego de acusador, y poco a poco me fui adaptando al papel de Judas. No lo hago por una promesa, solo por mí mismo.
¿Es creyente? Sinceramente, no soy mucho de entrar en la Iglesia. Creo en Dios, pero no soy católico. He pertenecido a una iglesia cristiana.
¿Qué significa Jesús para usted? Es lo más valioso, es el amor.
Judas es uno de los papeles más fuertes de la representación No es nada fácil. Mientras uno actúa, corre por aquí y por allá. A veces el arnés que tengo colocado se afloja, se suelta, eso me ocurrió el año pasado, y cuando subí al árbol no funcionó y la soga me presionó el cuello. En ese instante uno siente vergüenza de fallar y soporta hasta donde puede.
¿Pero qué hizo? Había quedado con mis compañeros en darles una señal. Si me sentía mal, alzaría la mano y tocaría el árbol. Pero esa vez, por la desesperación no pude hacerlo; nadie me ayudaba, solo aplaudían y gritaban. Hasta que se dieron cuenta y me levantaron.
¿Alguien se responsabiliza de esa falla? Yo mismo. Es que cada uno es responsable de sus materiales. En mi caso, ver el árbol, que sea resistente; y luego el arnés, que esté seguro.
¿Cómo prepara el papel? Tengo un guión, pero ya casi ni lo leo, porque todo lo tengo memorizado. Ya sé lo que debo decir y hacer, tengo tres años haciéndolo.
¿Qué monedas usa en la puesta en escena? ¿Intis? Me dan en una bolsa monedas antiguas; la idea es que pesen y suenen, nada más.
¿Se lleva bien con el Jesús de la obra? Bien, se llama Robert; no es de mi zona, es de Collique. Amigos no somos, pero sí somos compañeros.
¿Qué piensa de la traición? Siempre trato de imaginar lo que pensó Judas cuando traicionaba al Señor.
¿Alguna vez ha traicionado? A nadie.
¿Y ha sido traicionado? Una vez a un amigo le conté algunas cosas y me traicionó. Me dio tristeza, pero como era mi mejor amigo no pude hacerle nada.
¿Perdonaría una traición? No sé si pueda perdonar. La traición es algo muy fuerte.
¿De niño o adolescente imaginó hacer de Judas? No lo imaginé, solo cuando conocí a mi esposa Ketty recién lo pensé, por la obra en la que ella actúa de María [mira a Ketty, quien nos observa con el pequeño Cristiano en brazos].
¿No sueña con ser, en algún momento, Jesús en la obra? Si me dan la oportunidad y tuviera tiempo, sí lo haría. Aunque es un sacrificio muy grande, la cruz pesa 120 kilos y hay que cargarla, y a uno le pegan de verdad. En la obra, Jesús es el centro de todo.
Pero, ¿no le molesta hacer del hombre más odiado? Cómo no, claro. Si mi propia mamá me dijo: “¡Cómo vas a hacer de Judas!”; y mi abuela, que es muy católica, me gritó: “¡Cómo vas a traicionar al Señor¡”. Yo le decía: “Abuela, solo estoy actuando”; y ella: “No, ahora deberás hacer siete veces de Judas, para que no te caiga una maldición”. Mi abuela lo ve muy mal.
¿Es supersticioso? No creo en maldiciones. Antes de actuar, le pido al Señor. Oramos.
Pide perdón. Sí, por lo que voy a hacer.
¿No teme un accidente en el ahorcamiento? Ya ha habido un caso en Brasil… [Ketty dice] Y con el grupo Amistad también hubo hace algunos años el caso de un muchacho que se asfixió. Durante la representación nadie puede ser atendido, solo cuando entras a camerinos recién pueden auxiliarte como se debe.
¿Usted está presente cuando Jhon sube a árbol? Estoy en otro sitio, pero cuando él afronta el ahorcamiento de Judas, las niñas me llaman para decirme que se está ahorcando por mí [ríe]. Pero en el fondo me da un poco de temor.
Jhon, ¿tiene miedo de seguir haciendo el papel? Tengo un poco de miedo. En el mismo instante en que actúo incluso siento que las piernas se me ponen débiles, y cuando llego al árbol para la escena final, ya estoy medio aturdido. Quizás sea esta la última vez que lo haga.
¿Ya se cansó de ser Judas? Sí, tengo temor de que un día me ahorque y deje una viuda y un huérfano. No quiero eso.