Una tierra en donde el buen paso ya no crece, chacras afectadas por el afloramiento de aguas subterráneas y así también muere masivamente el ganado vencido por el hambre o una simple infección. Ese es el panorama en Pacpacco, una comunidad ubicada a 30 minutos del centro de Espinar, provincia del Cusco, y a 500 metros de la mina de Xstrata Tintaya.
Según información obtenida por El Comercio, en toda la provincia han muerto ya más de 2.000 animales y muchos pobladores de las comunidades ubicadas alrededor de la minera asocian también estas muertes a la presencia de metales en la zona. Un caso es el de Zoraida Zamata, una mujer de 51 años preocupada por su suerte, la de su esposo Isidro Ccuti y sus ocho hijos. Esta familia ya ha perdido 30 crías y tras los análisis a dos corderos muertos se determinó que murieron de neumonía, pero se halló también un parásito frecuente en las alturas, pero que puede ser mortal para los animales desnutridos.
Desde junio el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) desarrolla un plan de control y prevención de enfermedades infecciosas en Espinar, pero no analiza la presencia de metales en el ganado de las comunidades colindantes a la mina.
Sobre las muertes masivas, el jefe de esta institución adscrita al Ministerio de Agricultura, Óscar Domínguez, explicó a El Comercio: “Podría ser por falta de pasto o por la ola de frío, pero no se puede descartar –hasta hacer los análisis respectivos– de que se trate de intoxicaciones por metales pesados, para lo cual tendríamos que tener resultados sobre animales vivos”.
VACÍO ADMINISTRATIVO Los últimos meses los dirigentes y comuneros de Espinar solicitaron la realización de un estudio sobre la presencia de metales en el ganado de la zona, pero un vacío administrativo ha entrampado el tema. En Lima, el jefe del Senasa aclaró que su institución no puede hacer un estudio toxicológico de metales en animales vivos “porque no es nuestra competencia”; sin embargo, no aclaró quién es el responsable, aunque señaló que se han remitido muestas a otros laboratorios.
Hace un mes se inició la mesa de diálogo en Espinar. En setiembre se espera el inicio de monitoreo participativo a los diferentes puntos de muestra que se han consensuado.