El 15 de junio del 2012, María Lucero Zeña Peralta (40) fue asesinada a machetazos por el padre de su hija de 8 años, Segundo Gabriel Ramírez Olivera. El horrendo crimen ocurrió en el distrito de Pátapo, en Chiclayo.

Según dijeron entonces algunos vecinos, Ramírez Olivera había acabado con la vida de su ex pareja, porque esta le insistía en pedirle dinero para la manutención de la menor.

Más de ocho meses después, el Poder Judicial impuso la pena de 30 años de cárcel contra el desalmado sujeto al que encontró responsable del delito contra la vida, el cuerpo y la salud, en la figura de homicidio y en la modalidad de feminicidio calificado con crueldad.

El Juzgado Penal Colegiado Único de Chiclayo – Ferreñafe también determinó que el culpable pague una reparación civil de 40.500 soles, según dio cuenta la Corte Superior de Justicia.

Segundo Ramírez permanece internado en el Establecimiento Penal del distrito de Picsi.