WILFREDO SANDOVAL

El 7 de agosto fue especial para el centro de reproducción de la playa Media Luna de Puerto Eten, en Lambayeque. Ese día, en medio del vaivén de las olas, nacieron dos pingüinos de Humboldt que llegaron para incrementar la población de estos ejemplares, considerados en peligro de extinción.

Con sus 20 días de nacidas, las pequeñas aves aún no poseen el tradicional color blanco y negro, comparable a un elegante caballero de etiqueta. Los encargados explicaron que los pingüinos tendrán esta característica dentro de un año.

Para evitar que sean agredidos por sus padres, ambos fueron separados de la poza principal de reproducción y colocados en otro lugar, donde se les brindará la protección y alimentación adecuadas. Las primeras semanas se alimentarán de pescado fresco en trozos.

El nacimiento de los pingüinos ocurrió en cautiverio, luego del apareamiento natural de una pareja adulta y sin ningún tipo de intervención de los especialistas del centro de reproducción. Las pequeñas aves gozan de buena salud.

Guillermo Baigorrea, responsable del Centro de Reproducción y Rescate del Pingüino de Humboldt, que funciona hace cuatro años, recuerda que es el segundo nacimiento que ocurre en Media Luna desde el año 2012. En esa oportunidad, también nacieron dos crías.

Una vez que se encuentren fortalecidas físicamente, las cuatro aves serán liberadas en su hábitat natural, posiblemente en la reserva de Illescas, donde podrán vivir y reproducirse en condiciones silvestres.

Para lograr el éxito de la reproducción, los responsables del proyecto tuvieron que contratar a dos vigilantes que se encargaron de proteger los huevos de aves rapaces y las adversas condiciones climáticas. Los huevos eclosionaron luego de 45 días.

PIDEN VIGILAR ILLESCAS Por ello, Baigorrea pidió a las autoridades distritales que vigilen la reserva de Illescas para evitar la presencia de bañistas y controlar la extracción ilegal de piedra, que es usada en la construcción de mayólica y de pozos de agua.

El experto dijo que los animales necesitan de mucha tranquilidad para recuperarse del maltrato que les dieron algunas personas.

Por ejemplo, entre los 20 ejemplares del centro de reproducción hay un pingüino que fue hallado en el distrito de Pomalca y que era utilizado como mascota. Muy apenado, Baigorrea recuerda que el animal era alimentado con arroz, lo que afectó considerablemente su salud y estuvo a punto de morir.

Los empresarios Pier Gay y David Hill destacaron los logros conseguidos en el centro de reproducción de Puerto Eten, por el nacimiento de cuatro ejemplares y el cuidado que se les da. Los benefactores anunciaron que seguirán apoyando el proyecto para aseguran la supervivencia del pingüino de Humboldt.