El presidente ruso Vladimir Putin se refirió ayer por primera vez respecto a las intenciones estadounidenses de intervenir en la crisis Siria en estos términos: Si hay pruebas objetivas de que se ha cometido un crimen, reaccionaremos.

Sin embargo, la postura rusa hasta el momento es la de no intervenir. No solo porque esto representaría una agresión a un país aliado, sino también por la áspera relación entre los EE.UU. y Rusia.

En medio de este clima enrarecido, el G-20 se reúne hoy en San Petersburgo mientras los Estados Unidos siguen buscando apoyo a la intervención.

Por el momento, varios países miembros del G-20 como Canadá, Francia, Reino Unido y Australia se han mostrado a favor de intervenir en Siria.

Además, miembros de la Unión Europea (el vigésimo miembro del G-20) como Suecia, Finlandia Grecia y Chipre, se han manifestado en el mismo sentido. Otro país que está a favor de la intervención es Noruega, que es parte del Espacio Económico Europeo pero no pertenece ni a la Unión Europea ni al G-20.

Quienes se han manifestado en contra son Rusia y China, ambos influyentes miembros del bloque de los veinte.