Un grupo de vendedores del mercado La Parada, cerrado en octubre del año pasado por una resolución de la Municipalidad de Lima, saludó el fallo judicial del juez Malzón Urbina que los favorece ordenando el retiro de policías y el desbloqueo de los accesos.
Los agentes de seguridad se mantenían en igual número y las cosas se mantenían calmas en dicho ex centro de abastos.
Las opiniones de los comentarios afectados apuntaron en el mismo sentido. Si la señora sigue insistiendo, vamos a desabastecer Lima, amenazó una comerciante.
“Que nos dejen trabajar. Van a desaparecer los mercados chicos”, pedían otros. Un vendedor calificó de “maravilloso” el fallo, porque les permite seguir con su trabajo.
Otro, por su parte, dijo que el Mercado Santa Anita, el destino de muchos comerciantes de La Parada por orden de la Municipalidad, “parece un cuartel más que un mercado”.
Debemos respetar la autonomía del Poder Judicial, clamaron otros. Veteranos comerciantes alegaron estar “más de 60 años” y que “en lugar de marginarlos como cochinos, las autoridades deben limpiar de locos y borrachos” las calles.
Asimismo, argumentaron que un eventual traslado al Mercado Santa Anita ocasionaría el incremento de los precios de los productos en un 50%.