Henri Matisse (1869-1954) dijo alguna vez que siempre hay flores para aquellos que quieran verlas. Con un uso característico del color, y su técnica de dibujo fluido y vibrante, Matisse retrató en innumerables bodegones su visión personal de los lirios, rosas, anémonas, margaritas, jacintos que adornaban el mundo que conocía. Siempre hubo flores cerca y -lo que es quizá más importante- siempre quiso verlas.
Un ramo en la web de Échale Flores lleva, justamente, el nombre del pintor francés (homenaje o coincidencia o ambos). También hay Catalinas, Rocíos, Albas, Milas, Lunas y una larga lista de alternativas creadas para hacer que un día cualquiera se convierta en una ocasión especia. El centro de operaciones es una florería digital que brinda la opción de comprar flores y hojas, tanto por variedad como por cantidad, al gusto de cada usuario. Es la única en el Perú que ofrece ese servicio y ahí está su principal diferencial. Sin ositos ni globos ni lazos: solo flores, en su forma más natural.
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La idea base va más allá de lo decorativo: no basta con querer verlas; tener flores cerca trae beneficios que impactan en todos los sentidos (y en todo lo que sentimos): su aroma nos relaja y nos pone de buen humor; mejoran nuestro estado de ánimo; purifican el aire; y hasta aumentan la productividad. Cuando las ponemos en casa su presencia se vuelve una suerte de refugio, de consuelo en los momentos más insospechados. La pandemia nos ha enseñado algo de eso: a darle valor incluso a las cosas más pequeñas. Empezando por un solo pétalo.
El tiempo que pasamos en casa durante la cuarentena nos hizo mirar la vida desde otra perspectiva. Eran los detalles, los colores, los elementos más cotidianos los que nos brindaban una cuota de libertad que se hacía tan necesaria cuando el mundo externo se mantenía ajeno. El proyecto de Échale Flores había nacido poco antes de la cuarentena, y se puso en marcha exactamente un año atrás, en setiembre de 2020. Sin eventos importantes ni fiestas, el consumo de flores se debía reducir únicamente al día a día. ¿Era viable una propuesta como esa?
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“Desde un inicio queríamos transmitir la idea de que no era necesario esperar a una ocasión especial para regalar flores. Estar en casa abrió una necesidad distinta para muchos usuarios, una apertura hacia la naturaleza que automáticamente nos da una reacción positiva en el estado de ánimo” indica Ana Modenese, al frente del proyecto. Era fundamental ofrecer un servicio distinto: distanciarse de los arreglos tradicionales para replicar la experiencia de la compra en el mercado, con la posibilidad de elegir a medida los tipos de flores y hojas que se quisieran, todo desde una plataforma web.
Las flores y hojas vienen de Ica (wax, royal limonium, limonium), Caraz (lisianthus, delphinium, leucospermum, proteas, gypsophila, aster, liastris , achilea, green mist y anigozanthus), Lima y Tarma, que comprenden el resto de opciones en el menú, como alstroemerias, girasoles, rosas, hortensias, entre otras bellezas. Hay dos alternativas de compra -un ramo mediano o un ramo grande- y la experiencia está diseñada para que cada cliente cree su propia versión de arreglo floral a la medida.
“Queremos llegar a la mayor cantidad de hogares posibles y acercar este mundo a los peruanos, en todas sus variedades y posibilidades. Nos encargamos de que así sea sin tener una excusa: solo para darte un gusto”, finaliza Modenese. Los pedidos se hacen con un día de anticipación: las flores, siendo como son, necesitan su tiempo para ponerse más bonitas. Una vez que llegan a casa solo hay que dejar que comience la magia.
Más información:
Instagram: @echale.flores
Pedidos: https://echaleflores.com/